Jonathan Barreiro, el jugador del Obradoiro Santi Yusta y el preparador físico Óscar Viana, en la selección sub 20 campeona de Europa
26 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Savia gallega en el último gran éxito del baloncesto español. Dos gallegos, el preparador físico Óscar Viana y el alero Jonathan Barreiro, además del jugador del Obradoiro Santi Yusta formaron parte del equipo que consiguió el domingo en Helsinki el oro en el Campeonato de Europa, el segundo título y la decimocuarta medalla en una categoría que representa la antesala de la élite, el paso anterior a la absoluta.
España derrotó en la final a Lituania (68-55), por décimo año consecutivo, se sube al podio y emula al equipo del 2011, que logró el título en Bilbao con Mirotic como MVP. Un éxito quizá inesperado después de que en la fase de grupos el equipo dirigido por José Antonio Orenga ganara a Francia con un triple en el últimos segundo, perdiera con la anfitriona (Finlandia) y ganara a Israel. Después, a cara o cruz, la selección superó con cierta amplitud todos los cruces: Hungría, Letonia, Alemania y, finalmente, Lituania.
«Sí, es cierto que fuimos que de menos a más, quizá porque íbamos con una semana menos de preparación, pero llegamos muy bien al tramo final, sobre todo teniendo en cuenta que fue un torneo que a partir de la fase de grupos se disputó en eliminatorias directas», señala el coruñés Óscar Viana, que unos días antes de emprender su segunda aventura con la selección anunciaba que por motivos personales abandonaba su función de preparador físico del Obradoiro. Lo hará con dos podios, ya que el año pasado, en la misma categoría, se colgó la plata. «Es un torneo muy competido. Las selecciones ponen mucho empeño en un campeonato que es la antesala de la élite», afirma el ya ex-preparador físico del Obradoiro. «El sentirte partícipe de una selección nacional y estar entre los doce elegidos es de por sí muy gratificante», reflexiona Jonathan Barreiro, el jugador nacido en Cerceda (enero 1997), formado en sus inicios en el Xiria Carballo y desde edad cadete el Real Madrid, y que la campaña pasada jugó en el COB.
Ahora, a sus 19 años (enero de 1997), en su segunda cita internacional con España -fue séptimo el año pasado en el Europeo sub-18 de Doblos-, sube por primera vez al podio y se resarce en parte de un pasado en el que las lesiones frenaron su progresión y le privaron de otras grandes citas internacionales. Eso sí, reconoce que «a nivel personal, quizá disfrutando de menos minutos de los esperados, pero aprendiendo mucho» de cara a un futuro que se desvelará en los próximos días: «La semana que viene espero saber donde seguiré formándome, sin descartar nada».
Jonathan jugó más en la primera fase que en la segunda, el mayor protagonismo de Marc García y de su amigo y compañero generación en el Madrid Santi Yusta le quitaron protagonismo. «A nivel colectivo fue una experiencia inolvidable», insiste. Viana reconoce que Barreiro llegó algo tocado de un tobillo al torneo, pero estuvo bien pese a que quizá, por razones técnicas, no jugó todo lo que esperaba. Hizo un esfuerzo enorme, porque a veces, por necesidad, tuvo que jugar de cuatro». Más protagonismo tuvo Santi Yusta (Madrid, abril de 1997), una de las revelaciones de la temporada en la Liga ACB y que en la final del domingo dispuso de 30 minutos. Para Yusta, es su segunda medalla, después del campeonato de Europa sub 16.