Difícil rescate de dos montañeros vigueses en Picos de Europa

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Atlas TV

La Guardia Civil empleó 13 horas en auxiliar al hombre y la mujer perdidos

25 jul 2016 . Actualizado a las 16:12 h.

A las 19 horas alcanzaron Peña Olvidada, un lugar de impresionantes vistas en el macizo central de los Picos de Europa. A partir de ahí, la historia de estos dos vigueses se tuerce. Él, de 53 años, y con amplia experiencia en la montaña, y ella, de 52 y con bagaje casi limitado a la escalada deportiva, no lograron dar con la zona de rápeles para el descenso y cuando cayó la noche tomaron una decisión extremadamente arriesgada: volver sobre sus pasos. Desandar el camino que les había llevado a través de las agujas de Tajahierro, un trazado de vías no demasiado complicadas en cuanto a grado de dificultad, pero de alto riesgo por la descomposición de varios de los puntos que atraviesa. El terreno, irregular y cuarteado, es propicio para los desprendimientos de piedras y todos los veranos se produce algún accidente. Si se le añade la falta de luz, las opciones de una caída fatal son altísimas.

En semejante situación, el par de montañeros tuvo la feliz idea de contactar a través del móvil con el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña que la Guardia Civil tiene destacado en Potes. La llamada se recibió pasadas las diez de la noche y un sargento, un cabo y dos agentes se pusieron de inmediato en marcha para emprender una misión de rescate que se prolongaría durante más de trece horas. Mientras uno de ellos buscaba referencias desde una zona baja, los otros tres iniciaron la ascensión orientados por las indicaciones de la pareja. Al frente, un lucense con más de 13 años de experiencia en operativos en la zona.

El tiempo, con una persistente llovizna y densa niebla, no facilitaba la tarea. Y por si fuera poco, el hombre al que intentaban socorrer se desorientó ligeramente y ofreció una localización equivocada que demoró un tanto la tarea. No fue hasta las cuatro de la madrugada cuando los especialistas alcanzaron la aguja Ostaicoechea. Allí no había nadie. Tampoco en la Torre del Cuarte, a donde llegaron algo más tarde.

El grupo decidió entonces establecer un vivac para esperar a que las condiciones mejoraran, pero no fue así. Al amanecer, sin posibilidades de refuerzo aéreo debido a la nula visibilidad, los guardias civiles reiniciaron su labor, guiados ya por las voces y los silbidos de los dos vigueses. Hacia las 8 lograron dar al fin con ellos. Tras prestar primeros auxilios y suministrar ropa de abrigo a la pareja, los cinco iniciaron un descenso seguro a través de reuniones y pasamanos que fueron estableciendo los rescatadores. Poco antes de las 10 de la mañana, los montañeros estaban a salvo.