Premio gordo para el más tacaño

DEPORTES

Portugal levanta el trofeo continental después de lograr solo una victoria en el tiempo reglamentario

11 jul 2016 . Actualizado a las 19:43 h.

Grecia mostró el camino de la racanería en el año 2004 con un título europeo que quedó para los anales de la historia futbolística. Aquella final se jugó precisamente en el Estadio da Luz de Lisboa ante la anfitriona. Portugal, con más talento, sucumbió a un testarazo de Charisteas a la salida de un córner. Ayer, la Portugal más gris de los últimos tiempos, levantó su primera Eurocopa tras una trayectoria que hace que aquel ultradefensivo fútbol griego parezca ahora jogo bonito.

Ya lo había avanzado el seleccionador luso, Fernando Santos (que probó el banquillo de los tres grandes portugueses y, cómo no, la Liga e incluso la selección griega): «Que digan que Portugal ganó 0-0». Esa es la filosofía. Y con esa actitud, empató en el debut contra Islandia (1-1), precisamente con Cristiano Ronaldo afeando a los islandeses su ilusión por su primer punto en su debut en una fase final de una Eurocopa.

Desquiciada parecía Portugal en la fase de grupos y su fútbol, un atasco monumental desde la medular en adelante. Segunda cita del torneo continental: cero a cero contra Austria, que acabaría siendo colista del grupo F. Sin embargo, las estadísticas parecían reforzar el trabajo de Fernando Santos. Portugal llegaba a la última jornada de la fase de grupos como la selección con más disparos a puerta y una de las de mayor porcentaje de posesión. Con todo, un partido de Portugal no era muy recomendable en términos de entretenimiento. El último partido, contra Hungría, fue un festival goleador que acabó con empate a tres. Los magiares se clasificaron como líderes de grupo, seguidos de los vikingos. Portugal tuvo que apelar a ser uno de los mejores terceros. La única buena noticia: se colaba en la parte sencilla del cuadro. Todos los favoritos se pegarían entre ellos por un puesto en la final.

Y así, por omisión, el tercer clasificado del grupo F, con tres puntos sin haber podido ganar un partido, se cruzó con Croacia en los octavos de final y logró ganar su primer partido con un solitario gol, aunque necesitó de la prórroga para continuar adelante en la competición. Polonia aguardaba en cuartos. Y Portugal volvió a las andadas. Tampoco le pudo ganar (1-1), pero los penaltis le sonrieron en el desempate. Gales, debutante al igual que Islandia, le esperaba en las semifinales y fue el único encuentro que los lusos se llevaron en los noventa minutos de tiempo reglamentario. Levantar un trofeo continental con ese bagaje en la fase final es toda una hazaña al alcance de muy pocos.