Sexta semifinal seguida de Alemania, históricamente favorita frente a una Francia venida a más
07 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La máquina que medirá la presión a la que se ha sometido y, de paso, la potencia gaseosa de este champán se pondrá en marcha a las nueve de esta noche en el Vélodrome de Marsella. Un clásico europeo en la ciudad menos europea del anfitrión de la Eurocopa. Alemania contra Francia.
Los germanos vuelven a percutir contra la línea Maginot, aunque la galia dirigida por Didier Deschamps no es precisamente un equipo temeroso. Sin embargo, y aunque recuperado para el fútbol moderno casi en su totalidad, conserva ciertos dejes autodestructivos que le hicieron protagonizar serios ridículos en las dos grandes citas anteriores.
La Alemania de Joachim Löw, por su parte, aparte de ser la campeona del Mundo y llevar seis semifinales consecutivas, es un diésel con cierto reprís que lo hace atrayente. Las quinielas previas le situaban como uno de los valores seguros en la carrera por el título, a pesar de su juventud. Un arranque dubitativo (aún con de la victoria inicial ante Ucrania) le degradaron en consideración, pero las rondas eliminatorias le han vuelto a situar entre los favoritos.
En este vaivén de sensaciones, las semifinales vuelven a enfrentar a dos viejos conocidos. Francia llega tras apear a dos selecciones de la talla de Irlanda e Islandia. Alemania acude a la cita tras un trámite ante Eslovaquia y una extraña tanda de penaltis contra Italia, que hizo todavía más grande a Neuer.
Históricamente, los teutones han salido vencedores en más ocasiones. La última, en los cuartos de final del Mundial de Brasil. Y otra vez ganó Alemania, con un flojo partido, pero con un gran Manuel Neuer. La única victoria de Francia en fase final fue en el partido por el tercer puesto en el Mundial de Suecia de 1958 (6-3 con cuatro goles de Just Fontaine, máximo artillero histórico con trece dianas).
El cuadro germano es el equipo con mayor posesión (65 %) y más pases acertados (90 %). Solo ha encajado un gol, el de Bonucci de penalti en cuartos ante Italia. Eso dejó el récord de imbatibilidad de Neuer en 557 minutos, superando al también portero alemán Sepp Maier.
Benzemá en el olvido
El guardameta germano tendrá enfrente a Didier Deschamps. O, mejor dicho, a la pareja que decidió escoger el entrenador francés para dejar fuera como castigo al delantero del Real Madrid Karim Benzema. La controversia de la decisión solo duró el primer partido. Después apareció Griezmann y, sobre todo, Payet y, entre ambos, el público francés le tendió la mano de nuevo a una selección a la que torcía la cara.
Será también, y no solo por la reconciliación patria, un duelo muy emotivo porque recuperará el intento fallido de aquel amistoso del 13 de noviembre en Saint Denis interrumpido en el minuto 17 por unos atentados que se cobraron la vida de 130 personas.
El de hoy será un duelo de reafirmación europea. Un clásico entre dos de los equipos más laureados (si Francia avanza se pone a un paso de empatar a tres títulos continentales con Alemania y España), la representación simbólica de la Europa unida frente al Brexit, y el músculo contra el terror.
Pero sobre el césped veintidós jugadores saltarán al centro del Vélodrome con el único objetivo de jugar la final del domingo en París (será a las nueve de la noche). Las pizarras se sacuden el polvo. En el bando de Löw, Hummels vio ante Italia una tarjeta amarilla que acarrea suspensión y se lesionaron el centrocampista Sami Khedira y el delantero Mario Gómez. A cambio, Schwenteiger y Höwedes, recambios naturales en la medular y la zaga, se recuperaron de sus lesiones y podrán estar disponibles.
Parece dispuesto el alemán a regresar al 4-2-3-1, tras la defensa de tres centrales que dispuso ante Italia. Sobre la delantera se ciernen la mayoría de las dudas.
Deschamps recupera al defensa Adil Rami y el mediocentro N’Golo Kanté, ausentes por sanción en la goleada de cuartos a Islandia. Su dilema estriba en repetir alineación y el sistema en 4-4-2 o volver al 4-3-3 con el que afrontó la mayoría de los partidos del torneo el que el central Samuel Umititi y el volante Moussa Sissoko, titulares frente a los islandeses, no son fijos.
Hoy, en Marsella, uno de los duelos más grandes.