«Conseguir dos oros y en casa, mejor imposible, estoy encantado»

manu otero

DEPORTES

CAPOTILLO

Tono Campos redondeó su gran Europeo al lograr la segunda medalla de oro en el C-2

04 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Conseguir una medalla de oro en un europeo de maratón está al alcance de muy pocos. Cosechar dos en el mismo evento solo pueden hacerlo los elegidos. Manuel Antonio Campos (O Grove, 1985) es uno de ellos y en Pontevedra se consagró como un maestro de las largas distancias conquistando las medallas de oro en C-1 y en C-2, esta última con su inseparable compañero, José Manuel Sánchez. En la regata individual, Campos doblegó a su rival más acérrimo, el húngaro Marton Kover, por un solo segundo de diferencia. En la prueba por equipos, el dúo Campos Sánchez colaboró con sus colegas Óscar Graña y Ramón Ferro, que lograron la plata, para escaparse en solitario y firmar un doblete gallego que ya forma parte de la historia del piragüismo autonómico.

-Conseguir dos medallas de oro y hacerlo además en casa y delante de su gente es una gesta histórica.

-Estoy encantado. Conseguir dos oros aquí en casa, mejor imposible.

-¿Fue decisivo competir en el río Lérez?

-Jugar en casa sabíamos que era una ventaja y decidimos colaborar, era la estrategia a seguir para conseguir, por fin, superar a los piragüistas húngaros.

-¿Fue más sencilla esta medalla en el C-2 que la lograda el sábado en el C-1?

-Es cierto que esta de hoy [por ayer] me costó un poquito menos que la del sábado. Eso no quiere dicir que fuera fácil, porque fue una prueba muy dura también. Pero conseguimos llegar con un poco más de ventaja al final.

-Una medalla de oro siempre sabe bien. Pero el triunfo en C-1 sobre el húngaro Kover como revancha por el mundial del año pasado, ¿hizo que fuera aún más especial?

-Fue más emocionante, pero un oro es un oro. Sea en el C-1 o en el C-2, saben a oro. Además en esta también ganamos a los húngaros que nos superaron el mundial.

-La ayuda de Ramón Ferro y Óscar Graña fue fundamental para alcanzar el triunfo en la regata, pero al final no les disteis opción a disputar el triunfo.

-Decidimos colaborar y que al final ganase el más fuerte. Unas veces se decanta de un lado y otras de otro pero teníamos claro los dos barcos que había que colaborar. El enemigo más fuerte, que eran los húngaros, vimos que no venían. Aun así había que trabajar para distanciarnos de ellos. En la quinta o sexta vuelta, como se dice, ya dejamos de ser amigos

-O sea, que el ataque no fue a traición

-No. No los cogió por sorpresa. Ya en las últimas vueltas nos íbamos controlando entre nosotros y a los húngaros. Sabíamos que ganar unos metros en los porteos iba a ser muy valioso de cara a la última vuelta pequeña y así fue.

-Acaba de lograr un doblete en un europeo y remando en casa. ¿Recuerda alguna hazaña de este tipo en su carrera?

-No. Es la primera vez que tenemos una cita de este calibre en casa. Muy contento.

-¿Cuántas felicitaciones recibió?

-Uf, todavía no di atendido a todas.

-¿Están pensando ya en el próximo desafío?

-Ahora tengo en Portugal la copa del mundo y luego ya está la mira puesta en Brandemburgo, en Alemania, para el Mundial, donde todavía esperamos mejorar nuestras prestaciones.

-En comparación con la última cita internacional, los resultados fueron mejores. ¿Qué cambió?

-El año pasado en el Mundial de Hungría no nos encontramos muy a gusto por las condiciones del río, llevaba poca agua. Este año lo preparamos mejor, sobre todo los porteos. Entrenamos más tiempo y llegamos un poquito mejor a este campeonato.