El técnico gallego conquista la Liga portuguesa en el regreso del Oporto a la élite
30 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Moncho López ha vuelto a llevar al Oporto al primer escalón del baloncesto portugués. El técnico gallego, que ya se sentaba en el banquillo de los dragoes en el 2011, cuando conquistaron su último título liguero, volvió a ganar la Liga la noche de sábado al imponerse en el cuarto partido (93-85) de la final al Benfica (3-1). Un triunfo con un sabor doblemente especial, ya que además de sobreponerse al factor cancha -el Oporto, segundo en la fase regular, ganó en el primer partido en Lisboa, y en los dos últimos, disputados en su pista-, lo ha hecho en el primer año de regreso a la máxima categoría, cuatro temporadas después de que arrancara el proyecto Dragon Force, la apuesta por los jóvenes talentos que ya ha comenzado a dar sus frutos.
Para el Oporto es el duodécimo título liguero, lejos aún de los 26 de su eterno rival -el Benfica-, pero que rompe la racha del equipo de la capital portuguesa, campeón en las cuatro últimas ediciones.
Moncho López (Narón, 1969), que dirigió a la selección española en el Europeo de Suecia del 2003 -conquistó la plata-, se incorporó al baloncesto portugués en el 2008 para hacerse cargo del combinado luso, cargo que compatibilizó durante dos años con la dirección técnica del Oporto, en el que permanece desde entonces y con el que tiene contrato hasta el 2020.
Antes, ascendió a a ACB con el Gijón Baloncesto y entrenó al Breogán y al Caja San Fernando. Tanto en Gijón como en Lugo formó tándem con el actual entrenador del Obradoiro, Moncho Fernández. También ha dirigido a la selección de Angola.
Si en la primera época al frente del Oporto ya conquistó la Liga (2011), la actual cobra más importancia, ya que el club, que mantenía serias discrepancias con la Liga Portuguesa de Baloncesto (LPB), abandonó la máxima categoría para comenzar de cero en el 2012. Arrancó entonces el proyecto al que la entidad denominó Dragon Force, con Moncho López como coordinador técnico. Una apuesta por la formación, tanto de jóvenes jugadores como de técnicos y algo que Moncho López definió como «un paso atrás para luego dar dos al frente».
Ahora, en su regreso a la máxima categoría, y con el entrenador gallego en el banquillo, el Oporto, cinco años después, vuelve a conquistar el título liguero tras sentar las bases de lo que se considera la primera gran escuela de baloncesto portugués. «Estoy muy satisefcho porque es el culmen de un trabajo de muchos años. Hay mucho de Dragon Force en este triunfo. Muchos jugadores que están ahora celebrándolo han sido los que han creído y han decidido quedarse con nosotros. Estoy muy contento por ellos también. Hemos mostrado que somos Porto y hemos conseguido vencer con un equipo muy joven», sostiene el técnico gallego, que también se reconoce feliz en una institución en la que, asegura, trabaja «en unas condiciones fabulosas». Ocho años en Portugal no le hacen perder el contacto con el baloncesto gallego, para el que tiene una reflexión de la temporada que acaba de finalizar: «Sufrí mucho con el Obradoiro y me divertí mucho con el Leyma Coruña».