Real Madrid-Atlético: solo uno tocará el cielo de Milán

Javier Varela MILÁN / COLPISA

DEPORTES

El Madrid busca la undécima frente a un Atlético que quiere ganar su primera Liga de Campeones

28 may 2016 . Actualizado a las 18:57 h.

Hace 735 días que se apagaron las luces en el estadio Da Luz de Lisboa. Esta noche San Siro encenderá las suyas para dar la bienvenida a los mismos invitados en una final de la Champions. El Madrid y el Atlético vuelven a enfrentarse en busca del mismo trofeo, esta vez en un duelo más igualado si cabe que el de hace dos años, con el objetivo de levantar la undécima unos y la primera otros.

El estadio milanés será el plató elegido de la segunda parte de una película que tuvo un final trágico para los atléticos y feliz para los madridistas. Los blancos levantaron aquella orejona y los rojiblancos apelaron a volver a ganarse la oportunidad de conquistar por primera vez la máxima competición, algo que ha protagonizado solo dos años después de aquella fatídica noche.

Desde aquel gol de Ramos en el minuto 93, el mundo del fútbol se ha hartado de decir que se le debía una alegría a un Atlético de Madrid que, más allá de deprimirse, ha regresado a la cita más fuerte que nunca. Pero el fútbol no entiende de favores y sí de goles, de victorias y de títulos.

En Lisboa los atléticos pudieron pagar la novatada, pero ahora, con más experiencia, no hay dudas de que nada se dará por conseguido hasta que el árbitro señale el final de un partido que promete ser apasionante.

Como en toda buena película, muchos protagonistas repetirán en la secuela y en los banquillos estarán dos directores que ya estuvieron en aquella noche lisboeta. Para los merengues, es el título que salva la sinuosa campaña, aliviada por su competición fetiche, la misma que le recuerda al jardín de su casa cuando se acerca el mes de mayo.

Con ese aval, como arma indestructible, acude el Madrid a la capital de la Lombardía, con 10 títulos a su espalda en 13 finales jugadas. Los del Manzanares, en su tercer intento, presentan un aval mucho más fiable: su solidez como equipo, y la ilusión de estrenar su palmarés ante el eterno vecino, el mismo al que han padecido durante años por su condición de pupas.

Simeone terminó con todo esto hace tiempo y durante esta temporada ha vuelto a liderar a un conjunto casi perfecto defensivamente. Una muralla infranqueable para el PSV, el Barcelona y el Bayern. Campeones de Holanda, España y Alemania, respectivamente. Todos ellos fueron eliminados por el Atlético de Simeone, dos palabras que no pueden disociarse.

La última cuenta pendiente

Si de alguien es este Atleti es de su entrenador, el primer ídolo de su hinchada. El líder de la manada. En San Siro, el que fue su campo cuando militó en el Inter, tendrá una nueva oportunidad de acabar con un plumazo con la única deuda pendiente de este nuevo Atlético. Saciada la de la Copa de Europa del 74 -resuelta en Múnich hace un mes- la única que queda por pagar es la del minuto 93 de Lisboa.

En la bancada contraria, otro líder afronta el primer gran reto de su corta carrera, conseguir una Champions que ya levantó como jugador y como segundo técnico al lado de Ancelotti. Zidane ha sido el gran revulsivo de una temporada que parecía condenada a la decepción. Sin embargo, aquella victoria salvadora en el Clásico y el camino hasta la final -con menos espinas que el del Atleti- han permitido al joven entrenador francés encarar una ocasión única.

En lo futbolístico, los dos equipos llegan con todo. Con la presencia de Cristiano confirmada en San Siro, el resto de hombres que dispondrá el técnico blanco de inicio es un secreto a voces. Zidane tiene el equipo decidido y la duda es si Bale se sumará al centro del campo para equilibrar fuerzas en esa zona o si mantendrá el 4-3-3, ganando en presencia atacante pero renunciando a la elaboración. Lo que es seguro es que estará Cristiano, aunque falta por ver si al cien por cien. Ante un rival tan férreo como el Atlético, el Madrid necesita al jugador que sumó 16 goles en esta Liga de Campeones, a uno de su propio récord.

El Atlético presenta dos dudas razonables. La primera es cuestión de un nombre, el acompañante de Godín en el centro de la zaga, con Savic como principal candidato. Pero no es un cambio sustancial en la forma de jugar del equipo. Más interesante es ver por quién apuesta Simeone en el centro del campo. La opción más ortodoxa es la de Augusto como acompañante de Koke, Saúl y Gabi. Pero otra posibilidad aparece en el horizonte y es la de Carrasco, con un perfil mucho más ofensivo que el argentino. Ocuparía una banda y sacrificaría pulso defensivo por ganar profundidad en ataque y obligar a Carvajal a controlar sus incursiones ofensivas. La punta quedará para Griezmann, su mayor talento ofensivo, y un Torres en gran forma.

Todo está listo para la sexta final de la máxima competición europea con dos equipos del mismo país, la tercera entre dos equipos españoles y la segunda de dos clubes de la misma ciudad. El fútbol español volverá a ser el epicentro del balón.