Razón, emoción y estadística

Óscar Burrieza DESDE LA PISTA

DEPORTES

23 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Siempre he tenido dudas al elegir entre razón o emoción, entre lo que dice mi cabeza o lo que siente mi corazón, entre lo que creo más lógico o lo que indica mi instinto. No me gustaba demasiado la estadística, aunque reconozco que cada vez creo más en ella.

Esa parte emocional cree y desea que Rafa Nadal gane nuevamente Roland Garros pero, siendo objetivo y fijándome en la estadística reciente, reconozco que es complicado. Novak Djokovic ha ganado los últimos siete partidos en los que se han enfrentado y, lo que es peor, Rafa no ha sumado un solo set en esta racha reciente. Ese dato por sí solo es abrumador y hace que, para mí, Djokovic sea ligeramente favorito.

Digo que el serbio es solo ligeramente favorito porque hay tres datos para la esperanza en una hipotética semifinal entre ellos que me llevan a creer en Nadal mas allá de las emociones. Roland Garros ha sido el escenario de la última victoria del español ante el serbio, la final del año 2014, último grand slam ganado por Rafa.

El español es el rey indiscutible de París a lo largo de todos los tiempos, ganando nueve de las últimas once ediciones de Roland Garros, y eso también es estadística. Novak todavía no ha ganado este torneo, algo que inevitablemente ocupará parte de sus pensamientos estos días, aunque luche por evitarlo.

Por último, y para mí lo mas importante, las sensaciones del último partido que han jugado entre ambos, el de Roma, el más igualado en esta serie de siete derrotas. Algo que estará presente en la cabeza de los dos jugadores.

Nadal está recuperando gran parte del respeto que en su día le tenían todos, también el de Djokovic.

Un torneo que dura dos semanas da para pensar mucho, mucho, mucho. El cómo lleguen a semifinales puede ser importante. Rafa tiene peor cuadro con Fognini y Thiem como principales amenazas. A pesar de la dificultad, ello le haría llegar mejor preparado tenística, física y mentalmente para uno de los mayores retos de su carrera, ganar al serbio y tener la opción de volver a ganar un grand slam. El cómo gestionen la presión ese mismo día será clave. La final del año pasado entre Djokovic y Wawrinka fue una buena prueba de ello. Ese día el suizo le dio un repaso a nivel mental.

La presión es para Nole, el reto para Rafa. Mi cabeza para Nole, mi instinto para Rafa. La estadística, según como se mire. Si finalmente hay duelo en semifinales, hablaremos más detenidamente de ello. No será un partido, ¡será el partido! Mientras, a disfrutar de París a pesar de la triste ausencia del maestro Roger Federer.