Garbiñe Muruguza supera un susto y Lourdes Domínguez cae en primera ronda

Efe

DEPORTES

ERIC FEFERBERG | Afp

La hispano venezolana tuvo que remontar a la eslocava Schmiedlova

23 may 2016 . Actualizado a las 16:47 h.

No tuvo un debut placentero la española Garbiñe Muguruza en Roland Garros, donde tuvo que emplearse a fondo para remontar el set inicial contra la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova, a quien acabó derrotando por 3-6, 6-3, 6-3 en casi 2 horas y media. Peor suerte corrió la pontevedresa Lourdes Domínguez, que fue derrotada en primera ronda por la eslovena Polona Heercog por 6-4, 7-6(4).

Muguruza se medirá por un puesto en segunda ronda contra la francesa Myrtille Georges, invitada por los organizadores, que se deshizo contra pronóstico de la estadounidense Christina Mchale por 6-7(7), 6-0, 6-3. La española nunca se ha medido contra la gala, 203 del mundo esta semana.

Había avisado Muguruza de que la toma de contacto con un torneo, incluso si es uno tan importante como este, siempre conlleva las dificultades propias de un debut. Y dio fe de ello en la pista Suzanne Lenglen, donde finalmente fue programado su partido que la lluvia impidió disputar el domingo en la central, y donde el frío atenazó a la española, que tardó en entrar en calor.

YOAN VALAT | Efe

Incómoda en todo momento, Muguruza se estrelló una y otra vez contra la joven eslovaca, de 21 años, uno menos que ella, a quien había ganado en las cuatro veces anteriores, pero que jugaba sin complejos.

La eslovaca le arrebató el servicio en el cuarto juego y dispuso de dos bolas de partido, para ponerse 5-1 con servicio. La ligera reacción de Muguruza no hizo más que alargar su agonía en ese primer set, que acabó cayendo del lado de Schmiedlova.

De entrada en el segundo, los problemas de la española no habían desaparecido. Necesitó más de 15 minutos y levantar 9 bolas de rotura para apuntarse el primer juego, pero hacerse con el mismo tuvo tanto efecto positivo en la caraqueña como daño en la moral de la eslovaca. El partido había cambiado de sentido.

Muguruza rompió en el siguiente y, aunque ninguna ganó su servicio en los dos que siguieron, parecía que el orden que indica el ránking había vuelvo a la pista. Ahora era la española quien comandaba y la oposición de Schmiedlova -a quien este año había derrotado en Madrid- iba flaqueando con el paso de los minutos.

Una última reacción de la eslovaca en el séptimo, en el que rompió el saque de su rival, propició la reacción de Muguruza, que se hizo con los dos siguientes para igualar el partido.

Otros cuatro juegos de entrada en la definitiva dejaron encarrilado el partido, que solo se complicó cuando a Muguruza le entró el vértigo de la victoria. Schmiedlova tuvo aún arrestos para anotarse el servicio de la española en el sexto y dispuso de una bola para empatar a 4. Pero regresó, sólida, la española, que ya no dejó escapar ninguno.