El Compostela regresa al infierno

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

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La falta de gol y el pésimo balance en campo ajeno, dos claves del descenso

02 may 2016 . Actualizado a las 09:12 h.

Con la llegada de Antonio Quinteiro a la presidencia del club empezó a verse algo de luz al final del largo túnel en el que estaban los huesos del Compostela, en otra época un equipo que militó en la liga de las estrellas. Con un proyecto serio y con dinero fresco que el nuevo mandatario depositó en las arcas de la entidad, el conjunto blanquiazul empezó a soñar. Quinteiro se marcó el objetivo de ascender a Segunda División. Llegó a San Lázaro con fuerza, con mucha energía y con gran ilusión. En un par de años colocó al Compos de Preferente en Segunda B.

En Cieza, el once santiagués, de la mano de Fredi Álvarez, ascendió a la división de bronce. El equipo, tras una irregular travesía, logró la permanencia. Lo hizo con mucho sufrimiento y con la base del bloque que consiguió subir. En aquel momento, el club cometió su primer gran error, que no hace muchas semanas reconoció el propio Quinteiro. El presidente quiso buscar un entrenador más mediático y prescindió de Fredi Álvarez. El banquillo compostelanista lo ocupó Iñaki Alonso, cuando en todas las quinielas estaba Luisito.

Con el vasco se inició el segundo proyecto en Segunda B. La campaña no empezó bien, pero el equipo fue de menos a más y al final logró una plaza para participar en la Copa del Rey. No se ascendió y tampoco se jugó el play off, pero el equipo se ganó el notable.

Entonces, llegó el segundo gran error. En lugar de apostar por la continuidad, el Compostela se movió mucho (demasiado) en el mercado y decidió cambiar una gran parte de su plantel. Y vuelta a empezar. Llegaron entonces muchas semanas de entrenamiento y numerosos partidos de pretemporada para que la adaptación de los nuevos futbolistas fuese muy rápida. Sin embargo, la fórmula no funcionó. El equipo comenzó a zozobrar y ya en el primer tercio del campeonato se empezó a cuestionar la continuidad de Iñaki Alonso.

Tardaron en reaccionar

Los dirigentes no estuvieron muy finos y tardaron en reaccionar. La derrota en el campo del Lealtad tumbó a Iñaki Alonso y colocó en el banquillo de forma provisional a Alberto Mariano, un hombre de la casa que logró ganar en su debú frente al Celta B. Sin embargo, en siete jornadas solo pudo conseguir cuatro puntos, lo que hundió todavía más al Compostela.

Quinteiro no aguantó más y tras caer ante el Logroñés en casa se fue a por Fredi Álvarez. El de Moaña mejoró las prestaciones del equipo y los resultados se empezaron a notar. En dieciséis jornadas, el Compos solo encajó once goles, practicó un mejor fútbol y defendió con gran armonía, pero cosechó demasiados empates. Ni Gerard Oliva ni Orbegozo, que se fueron en el mercado invernal, vieron puerta. Tampoco su relevo, el balear Guillem Martí. El Compos estuvo ciego toda la temporada de cara al gol y eso pasó factura. Además, lejos de San Lázaro fue incapaz de ganar. Los blanquiazules solo firmaron un triunfo en campo ajeno, el conseguido hace un par de semanas en A Malata ante el líder Racing. Así, el Compos regresa al infierno de Tercera.