El Leicester, a una victoria de cerrar su cuento de hadas

dpa

DEPORTES

Jason Cairnduff | REUTERS

Con una ventaja de siete puntos y tres partidos en juego, el líder sabe que sólo una catástrofe puede impedir una de las mayores sorpresas del fútbol

30 abr 2016 . Actualizado a las 23:30 h.

Después de semanas de «¿lo harán? ¿podrán?», el Leicester City podría completar mañana su cuento de hadas con la conquista del título de la Liga inglesa de fútbol. La tarea no es fácil, pues el equipo dirigido por Claudio Ranieri debe imponerse al Manchester United en Old Trafford. Sin embargo, nunca antes encajó mejor a la situación el sobrenombre del famoso estadio, el Teatro de los Sueños.

En cualquier caso, con una ventaja de siete puntos sobre el Tottenham y tres partidos por jugar, el líder sabe que sólo una catástrofe puede impedir que se cumpla una de las mayores sorpresas de la historia del deporte. Los Spurs, que juegan el lunes en casa del Chelsea, tienen que ganarlo todo para tener alguna oportunidad, además de esperar demasiadas derrotas en un Leicester que sólo ha perdido tres veces en todo el campeonato. «Si el Leicester gana la Premier League, cambiará la competición tal y como ahora la conocemos», escribió el diario británico «Daily Mail». «Sería una inspiración para que los 'outsiders' soñaran en grande y una llamada de atención para la élite establecida».

Ni el Chelsea ni el Arsenal ni el Manchester City ni el United, será un equipo de bajo presupuesto el que se impondrá en la lujosa Premier League en una temporada insólita. La campaña de los «Foxes» ha recibido todo tipo de superlativos y está construida sobre pequeñas historias igual de increíbles. Como la de su máximo goleador, Jamie Vardy, que hace un par de años jugaba en el fútbol amateur con una pulsera-grillete en el pie y este junio irá a Francia a jugar la Eurocopa con Inglaterra.

O la de Riyad Mahrez, un atacante que hace un año era prácticamente desconocido y a principios de semana fue elegido mejor jugador de la temporada en la Premier League. «En enero hablé por primera vez sobre el título de Liga con mi compañero N'golo Kante. Dijimos: ¿Te imaginas? Treinta segundos después habíamos cambiado de tema», recordó el internacional argelino. Entonces, el Leicester estaba igualdo con el Arsenal en la cima y todos los expertos contaban con que se desinflaría. Pero no sucedió.

Ni siquiera una derrota en el último segundo por 2-1 ante los «Gunners» a mitad de febrero fue capaz de quebrar al Leicester. Como el equipo había sido eliminado pronto en la Copa, Ranieri les dio entonces una semana de vacaciones a los jugadores. Una y otra vez, el técnico italiano fue logrando inesperados éxitos de sus jugadores por medio de pequeños trucos psicológicos.

Tras un partido sin recibir goles, Ranieri invitó a sus hombres a comer pizza en la ciudad. Los buenos partidos eran recompensados con dos días libres. «Un pequeño equipo con un gran corazón puede convertirse en un gigante. Es maravilloso», dijo el entrenador. Ranieri es otra de esas insólitas historias que construyen al actual Leicester. El veterano técnico de 64 años fue despedido en 2014 de la selección griega tras una derrota por 1-0 ante Islas Feroe y fichó este verano boreal por el club inglés. «¿Ranieri? ¿De veras?», escribió en su activo Twitter un escéptico Gary Lineker, ex atacante de la selección inglesa y crecido en el Leicester City. Hace tiempo que el ex del Barcelona se disculpó por su tuit.

El título de los «Foxes» podría traer problemas al extrovertido ex jugador, ya que divertido por la buena primera ronda del equipo prometió en la red social que presentaría su programa en la BBC en ropa interior si los de Ranieri salían campeones. Desde hace semanas, Lineker se prepara para cumplir con su compromiso. «Estoy en buena forma», bromeó el ex delantero. Las casas de apuestas británicas también pueden salir perdiendo con la sorpresa. La cuota a la que se pagaba el título del Leicester antes del comienzo de la temporada era de 5.000 a uno. Es decir, el que entonces apostara una libra se llevaría ahora 5.000. «No hubo una ganancia así nunca en la historia», admitió Joe Crilly, portavoz de la casa de apuestas William Hill.