Quique Setién se corona en Las Palmas

Xurxo Fernández Fernández
x. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Ángel Medina G. / Efe

El conjunto canario se ha salvado de manera holgada tras el gran trabajo de Setién desde el banquillo

25 abr 2016 . Actualizado a las 08:23 h.

Llegó a las islas para un trabajo delicado, con su empleador penúltimo en la tabla; 25 partidos después, ha dado carpetazo al encargo por todo lo alto. El nuevo equipo de Setién se ha salvado de sobra y podrá invertir sus últimos tres citas en defender la honrilla y pelear por ser octavo.

El 4-0 que el viernes complicaba la vida al Espanyol se la resolvía definitivamente a un conjunto que Paco Herrera abandonó en la jornada 8, con solo una victoria en el casillero. Su relevo tardó en hacerse entender (seis encuentros después era colista), pero en cuanto la doctrina caló, el Las Palmas descubrió a su hombre ideal. «La filosofía de Setién ha encajado perfectamente en este club», explicaba Momo antes de que los canarios asaltaran Riazor.

«Al fútbol se puede jugar en cualquier categoría», aseguró el cántabro al desembarcar en las islas, defendiendo de antemano un «estilo innegociable». Aferrado a él ha logrado diez victorias en 25 partidos (hay nueve equipos que no han superado esa marca en 33 jornadas) y varias tardes redondas para una hinchada que reclama su renovación. «Tengo un gran porcentaje de posibilidades de continuar como entrenador», reconoció Setién después de colocar a Galca a un paso de la destitución. Bigas, El Zhar, Viera y Wakaso pusieron los goles en la nueva exhibición canariona de juego coral.

La victoria permitió al Las Palmas superar de golpe a cuatro equipos que no consiguieron remontar durante el resto de la jornada. En ese grupo que ahora peleará por sacar mayor tajada en el reparto televisivo, fueron pinchando por turnos el Málaga (derrota por la mínima en el Calderón), el Eibar (empate en casa frente al Dépor), el Betis (cayó por 2-0 en el derbi) y la Real Sociedad (arrancó un punto en El Madrigal).

Solo el tanto de Alcácer en el Coliseo impidió a los de Setién dar también caza al Valencia, otro equipo al que ha sentado fenomenal el cambio de nombres a la altura del banquillo. Aunque en Mestalla no supieron acertar a la primera.