Iago López, campeón de Europa

a. bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

J GRAPPELLI | Efe

El tripulante gallego y el cántabro Diego Botín se adueñan de la clase 49er

18 abr 2016 . Actualizado a las 13:52 h.

El éxito por fin le ha llegado a la pareja formada por el cántabro Diego Botín a la caña y el gallego Iago López como tripulante. En el mundo de la vela olímpica española aseguran que ellos representan tanto el presente como el futuro. En Barcelona se proclamaron ayer campeones de Europa de la clase 49er. En una última jornada de ensueño, donde protagonizaron una remontada sensacional, se llevaron el título al ocupar la tercera plaza de la general -el campeonato tenía la condición de open y a él acudieron barcos de todo el mundo que están ganando millas para disputar los Juegos Olímpicos de Río-, solo superados por los neozelandeses Peter Burling y Blair Tuke, y los australianos Nathan Outteridge y Iain Jensen. Los oponentes por el Europeo fueron los austríacos Nico Luca Marc Delle Karth y Nikolaus Leopold Resch. «Nuestros rivales eran los austríacos y realizaron una acción irregular contra nosotros y recibieron una penalización», dijo López, que antes había asegurado que «el objetivo antes del campeonato era acabar entre los cinco primeros». «Al final hemos conseguido más de lo que creíamos conseguir. Ser campeones de Europa el año olímpico, lo vamos a recordar toda la vida», apuntó.

Pero por encima de su gratificante ascenso a lo más alto del podio, el resultado confirma tanto su progresión como su regularidad en las grandes citas. En la federación española casi nadie cuestiona es que deberían haber sido los elegidos para representar a España en Río, pero de lo que no hay duda es que los hermanos Alonso se ganaron su clasificación en el campo de regatas. Bajo unos criterios conocidos de antemano y que focalizaban en los dos últimos campeonatos del mundo las opciones de estar este verano en Brasil.

La tercera plaza de los asturianos en el Mundial de Argentina del 2015 puso contra las cuerdas al resto de equipos de la clase 49er. Ni los hermanos Paz ni Botín y López consiguieron revertir ese mérito. Botín y López se quedaron a un palmo en el Mundial de este año disputado en las aguas de Clearwater, en Florida. Tenían que entrar en la medal race y acabar del octavo puesto para delante. Y durante gran parte de la competición vislumbraron el objetivo. En las últimas mangas se encontraron con el marcaje de los hermanos Alonso, que estorbaron su avance hacia las posiciones de privilegio. Sus principales rivales por el billete a los Juegos concluyeron en la vigesimoquinta posición, la misma que ayer ocuparon en Barcelona, sobre un Mediterráneo en el que ya no había ni rastro de la primavera. El sol golpeaba con justicia. Y bajo ese calor agradable al comité de selección para los Juegos de la federación española de vela se le abrió un interrogante mayúsculo. Seguir las normas y cerrar los ojos ante lo que ahora es una realidad -que Botín y López son la tripulación más en forma del 49er nacional- o incumplir sus propios criterios, algo que, por otro lado, no sería una novedad.

Quien sí estará seguro en Río es la pontevedresa Támara Echegoyen. Y con todos los honores. Después de su oro en Londres y de tener que reconstruir el proyecto olímpico tras la desaparición de la clase Elliot en la que tocó el cielo, se subió a un 49er y, junto a la cántabra Berta Betanzos, ha culminado unos meses previos a los Juegos para enmarcar. Campeona del Mundo en Florida, ayer concluyó en la tercera posición, solo superada por las danesas Jena Hansen y Katja Jalkov y las italianas Giulia Conti y Francesca Clapcich. Un bronce para seguir con un sueño, tan ambicioso como el que remató en Playmouth hace cuatro años.