Correr para comer y para soñar

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

DEPORTES

cedida

Joselyn Brea, que busca su sueño olímpico en Galicia, batió la marca de los 3.000 lisos en el Trofeo Reconquista

28 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Brea Abreu son sus apellidos, pero Joselyn Daniely no tiene ninguna relación con Galicia más que la deportiva. Porque a este lado del Atlántico se quedó cuando pisó Pontevedra para disputar el Mundial de duatlón. Lo hizo harta de no contar con ayudas en su Venezuela natal y con la esperanza de hacer la mínima olímpica en triatlón. Pero el curso de los acontecimientos le ha llevado al atletismo, en donde ahora busca la mínima olímpica en los 3.000 obstáculos y, de camino, ayer en Vigo batió el récord absoluto de su país en los 3.000 metros lisos. Marcó en la línea de meta de las pistas de Balaídos 9m 34s 93c, cuatro segundos menos que el anterior registro venezolano.

«Me lo dijo mi entrenador: ?acabas de hacer el récord absoluto de Venezuela con 9.34? y como había jueces no creo que haya problema para que lo puedan homologar», comenta Joselyn, nacida en la ciudad venezolana de Valencia en 1994 y que desde el 2014 reside en Pontevedra. «Después del mundial de duatlón conocí a mi actual entrenador, Omar González. Lo conocí por las redes sociales, llegué y le explique que en Venezuela no me apoyaban en el triatlón porque no creían en mí y le dije que quería ir a los Juegos por triatlón. Él me ayudó a quedarme, me llevó a carreras y ahora mismo entreno aquí y hago mi vida deportiva aquí».

Pero asentarse en Galicia no ha sido nada fácil para ella, que vivió en el domicilio familiar de su entrenador durante el primer año y ahora se ha independizado con el dinero que gana de las populares, su principal fuente de ingresos. «Sobrevivo de las carreras de calle, con el dinero que gano. Voy a todas las carreras populares a las que puedo asistir para reunir dinero y con eso vivo. En los inicios tuve que vivir con mi entrenador, su esposa y sus dos hijos porque no tenía cómo costearme la comida y el piso. El día de mañana que no pueda hacer una carrera no voy a tener con que comer y pagar el piso, estoy esperando recursos por parte de Venezuela, pero eso está en proceso y a raíz de la situación económica que están pasando allí las cosas van bastante lentas». Por eso extrema al máximo todos los cuidados para no lesionarse.

Pese a todo, sigue persiguiendo el sueño olímpico y, por el momento, bajo la bandera de Venezuela. Sin embargo, en el apartado deportivo ha dado un vuelco radical en su vida. La falta de ayudas le impide disputar las pruebas necesarias en todo el mundo para poder sumar puntos y plantarse en Río como triatleta, por eso ha decidido aprovechar sus dotes de atleta -el segmento que mejor se le daba en triatlón- para buscar una mínima más asequible en lo deportivo y en lo económico, como son los 3.000 obstáculos. Para estar en Brasil necesita hacer una marca de 9m 40s, pero el problema es que todavía no ha disputado ninguna prueba ni todavía ha empezado a saltar la ría.

«Aún no la he practicado, pero estoy haciendo entrenamientos con el obstáculo y esta semana empezaremos a hacer series con la ría. Ya estamos haciendo series de entrenamientos con los obstáculos y voy bastante bien. Veremos cómo se me va dando hacer series más rápidas con el obstáculo y la ría». Su debut en la disciplina será el 23 de abril en Lugo en una jornada de clubes, con su actual equipo, la Gimnástica de Pontevedra.

A la tarea de cruzar la meta en los obstáculos dedicará todo su tiempo hasta el mes de agosto, luego revisará la opción de volver al triatlón y en el 2017 decidirá si atiende la invitación a cambiar de nacionalidad. «Si Venezuela sigue en esta situación conmigo y yo entrenando aquí, va a llegar un momento que no voy a poder porque me voy a lesionar si tengo que correr cada fin de semana una carrera para poder subsistir. Por ahora si hago la marca seguiré con Venezuela y en el 2017 tomaré nuevas decisiones». La que ya tiene clara es seguir en Galicia.