Un florete vigués rumbo a Río

míriam vázquez fraga VIGO / LA VOZ

DEPORTES

BENITO ORDOÑEZ

La tiradora viguesa María Mariño acaba de sellar su clasificación para el Preolímpico, en el que buscará plaza

15 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Confiesa la tiradora viguesa María Mariño que su temporada estaba enfocada «con el Preolímpico como competición realmente importante». Por eso el pasado viernes afrontó el Gran Prix de La Habana, donde tenía que sellar su clasificación, con «algunos nervios». Defendía una ventaja mínima -un punto- al frente del ránking nacional de florete, y mantener esa plaza era la única manera de acudir a la cita donde se adjudicarán cuatro plazas para Río. Finalmente aumentó su colchón en punto y medio más.

«Por encima de los nervios estaban las ganas de lograrlo. Pero es duro cuando sabes que tienes que conseguir algo concreto y que todo depende de eso», explicaba ayer Mariño recién aterrizada desde la capital cubana. La presión es algo con lo que se ha acostumbrado a convivir, sobre todo durante este año, como analiza su padre y entrenador, Manuel Mariño: «Sabíamos que lo tenía que tratar como un elemento más de la competición, porque ignorarlo tampoco es bueno. Su rival, Anna Dunholter, no aguantó la presión y tiró peor de lo que suele. El haber mantenido su nivel dice mucho de María».

La viguesa se toma esto como un paso más hacia el objetivo de Río, que es adonde realmente quiere dirigir su mirada, pero sin levantar los pies del suelo. «Al saber que estás en el Preolímpico lo primero que haces es respirar aliviada. El primer objetivo está cumplido, pero esto no acaba aquí», recuerda. En la cita que se disputará en Praga a mediados de abril se verá las caras con las mejores. «Va una tiradora por país, la más fuerte de cada uno. Es una gran oportunidad y hay que creer que se puede, porque no es imposible, ni mucho menos», comenta.

Sí es difícil, y ninguno de los Mariño lo oculta. Pero la joven -23 años- tiene presente que ya luchó por una plaza hace cuatro años y se quedó cerca. «Todavía soy joven para este deporte y hace cuatro años imagínate. He evolucionado mucho y ahora tengo otra mentalidad, otras expectativas. Entonces fui a probar y me quedé a un asalto. Ahora voy a por todas», proclama.

El maestro recuerda que en el 2012 «María tuvo la clasificación más clara», mientras que en esta ocasión «estuvo más disputado, y eso es bueno para ella, la ha hecho más fuerte y es mucho mejor tiradora que entonces. El nivel de España también ha mejorado», destaca. Ahora queda algo más de un mes en el que «trabajará como siempre, con la voluntad que le ha permitido desarrollar un talento que por sí solo no le habría servido para encadenar un éxito tras otro».

En caso de no obtener el billete, aseguran ambos, no sería un fracaso porque, en palabras del técnico, «lograr ser la número uno española y la más joven es un éxito tremendo tanto para ella como para El Olivo», en referencia a su club. Pero eso no se traduce de ningún modo en conformismo: «Hay que ir con todas las ganas del mundo y creer que se puede, porque se puede. Eso haré», finaliza María.