La mediofondista de Cangas revalida el título de 1.500 con un ataque en el último 400
07 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Solange Pereira revalidó su título de campeona de España bajo techo en el 1.500 en una carrera táctica que parecía condenada al esprint pero que la canguesa solucionó con un demoledor ataque a falta de 400 metros sabedora de sus ínfimas posibilidades en un mano a mano final con Montse Más. La catalana pese a un impresionante acelerón, no pudo dar alcance a la gallega en una de las carreras más emocionantes del campeonato de España de pista cubierta celebrado en Madrid.
Soli defendía título en la ya venerada pista del polideportivo madrileño Gallur y aunque la autoexigencia es un peso añadido en su mochila, una vez más demostró su gen competitivo. En esta ocasión, especialmente, en el plano táctico. Porque la canguesa salió atrás, sin importarle que sus rivales marcasen una carrera lenta. Hasta mitad de carrera solo hizo un par de maniobras. Una de inicio para remontar hasta las primeras posiciones y una segunda a continuación para quedarse al abrigo del pelotón.
Pero a falta de dos vueltas, la gallega se dio cuenta de que en una carrera lenta no tenía ninguna posibilidad de revalidar el título, por eso apeló a la valentía y pegó un cambio de ritmo brutal para ponerse en cabeza y tirar del grupo. Como se esperaba, Montse Más, Marta Pérez e Isabel Macías, sus grandes rivales, reaccionaron al unísono y se fueron detrás de ella, regulando hasta que escucharon la campana que anunciaba la última vuelta.
Llegado este punto, Más aceleró el paso para demostrar su punta de velocidad con el convencimiento de que terminaría dando alcance a la canguesa, pero Soli aguantó el envite y fue la primera en cruzar la línea de llegada, marcando un tiempo de 4m 36s 29c lejos de la mínima mundialista bajo techo, una marca que era imposible en una carrera de campeonato que además resultó lenta hasta la hora de la verdad.
«Fue una carrera de campeonato, muy lenta y me la jugué en el último cuatrocientos. Sabía que estaba fuerte porque había entrenado mucho y, si me ganaban, que no fuese por no intentarlo. Sabía que Montse Más, Macías y Marta Pérez son muy rápidas y especialistas en el 800 y yo tenía que jugármela y salió bien», comentó camino de regreso a casa la canguesa.
Para Soli, revalidar el título de 1.500 significa «demostrar que estoy ahí y que quiero seguir haciéndome fuerte en la distancia. Cuanto más títulos pueda ganar, mucho mejor». Porque a los tres del 1.500 le tiene que unir su inmaculada trayectoria en la milla, en donde no encuentra rival en España que la pueda intimidar.
Triana vuelve a batir el récord de 200 y Saleta Fernández hace mínima para el mundial júnior
Mauro Triana es una trituradora de récords. Si el sábado se sucedió a si mismo como el hombre más rápido en los 200 metros en Galicia, el domingo volvió a hacerlo en la final, en donde incluso se quedó a las puertas de la medalla al acabar en la cuarta posición. En esta ocasión, el coruñés entrenado por José Carlos Tuñas marcó un tiempo de 21s 45c, rebajando en 15 centésimas el registro alcanzado en la primera serie del sábado.
Récord absoluto en altura
El registro de Saleta Fernández en el concurso de salto de altura, en donde también finalizó en cuarta posición, estuvo cargado de buenas noticias. Para comenzar, su salto de 1,83 metros, es récord gallego absoluto en la disciplina, sucediéndose a sí misma en seis centímetros en pista cubierta y superando en cuatro a la marca al aire libre que había firmado María Romero en 1999 en Valencia. La monfortina es la primera gallega a lo largo de la historia que salta por encima de 1,80 metros. La marca también supone el crecimiento internacional de Saleta, ya que es mínima para el Mundial júnior de Kazán y para los Juegos del Mediterráneo sub-23.
Fernández ha dado un paso decisivo en su carrera como atleta al marcharse a entrenar a Santander con Ruth Beitia bajo la dirección de Torralbo.
Belén Toimil colecciona otra plata en peso y Palomanes se hace con el bronce en el triple
Belén Toimil siempre es un seguro competitivo. Aun quemando etapas en categorías de formación, ya hace tiempo que se ha confirmado como la alternativa a la intratable, por el momento, Úrsula Ruiz, en el cuadro absoluto.
Ayer, en Madrid, revalidó su subcampeonato bajo techo en un concurso en donde las posiciones estuvieron claras desde el principio. Porque a la campeona le bastó el primer intento para firmar una distancia de 16,75 metros que ya era inalcanzable para sus rivales (después hizo cinco nulos) y porque también en el primer lanzamiento la mugardesa envió el artefacto a 15,40 metros, que le aseguraban la plata pese a que no mejoró el registro en ninguno de los intentos posteriores.
Alfonso Palomanes se quitó la espina de la temporada pasada. El ourensano que milita en el Barcelona había finalizado cuarto un año atrás en la cita celebrada en Antequera, incluso saltando más que ayer en Madrid, pero no desperdició la oportunidad de subirse al tercer lugar del podio (con una marca de 15,81 metros) por detrás tan solo de Torrijos, que ganó con 16,66, y de Emilio Bellido, que se llevó la plata tras discutir el triunfo.
Palomanes firmó su mejor marca al segundo intento dentro de un concurso muy regular. El ourensano siempre ha sido una de las promesas del atletismo gallego en este sector de los saltos.