El día en que se forjó la leyenda

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El Chaston hizo historia en el deporte español y convirtió a A Coruña en pionera del fútbol sala

15 feb 2016 . Actualizado a las 18:30 h.

«Al acabar el partido todo se convirtió en una fiesta continua. Como dice la canción «¡Que no se rompa la noche, que no llegue la mañana!» Un Chaston abarrotado de amigos nos recibió esperando a celebrarlo con nosotros. ¡Fue apoteósico! ¡Qué fiestón! No recuerdo las veces que hice el recorrido Chaston-Fox Trot por la puerta de servicio....».

Son los recuerdos del que algunos consideran el mejor portero de fútbol sala de la historia de España, Julio Fernández. Él estaba allí, en el Palacio de los Deportes de Riazor, en aquel día de abril en el que el Chaston venció (3-0, también había ganado en la ida en Alcorcón, 2-3) en el partido de vuelta al Unión Sport de Madrid. Vituco, el venezolano Rustchi, el brasileño Denis (el primer extranjero en el fútbol sala español) y Olaiz completaron el cinco inicial. El técnico Bebucho también dio salida a Pibe, Tonecho, Miguel y José Manuel.

El Chaston hizo historia en el deporte español y convirtió a A Coruña en pionera del fútbol sala, pero la leyenda se cimentó aquel día en el que firmó su primer Campeonato de España. Después vendría otra Liga (1985) y dos Copas del Rey (1986 y 1988). Miguel Mosquera, dueño de la discoteca Chaston, presidía un proyecto romántico que acabó convirtiéndose en uno de los mejores equipos del deporte español.

Chocolate y churros

«Aquel 14 de abril de 1984 se vivía mucha tensión en el Palacio», recuerda el vicepresidente Suso Filgueira. «Estaba a reventar», confirma Bebucho. «Yo casi venía de una noche sin dormir, los nervios a flor de piel, todos como flanes. Y el que más, Rustchi, que se le bajaban los nervios al estómago y tenía que comer. Alguien fue a buscarle chocolate con churros y cuando lo veía comer, me dije: ?No sé quién está más chalado; él o yo por permitírselo?», rememora Bebucho.

Rustchi jugaba de escoba, atrás, pero el técnico optó por una jugada maestra para la ocasión. «Sacrificamos a Olaiz y pusimos al venezolano de espaldas a la portería, aunque él no quería... Le tuve que explicar: ?Tienes esa pata larga y controlas el balón lejos de la portería?. Luego cedía a los laterales, que la rompían. El Unión Sport se quedó extrañado, le rompimos los esquemas, nos salió bien y a los pocos minutos ya marcamos el primero», relata el entrenador.

Rustchi hizo el primero en el minuto 16, Olaiz anotó en el 18 y Vituco en el 19 del segundo tiempo. «Ellos venían de ganar un campeonato en Tarazona el año anterior y yo conocía al portero Toño de la selección. Le dije: ?Anda, déjala para nosotros, que ahora nos toca?», bromea Vituco.

«En el vestuario era Lolo el que movía el cotarro, era el veterano. Pero ese día habló más Olaiz. ?Esto está ganado, está chupado?, decía», recuerda. «Se había quedado gente fuera del Palacio. Yo buscaba a mi hijo Vituco, de apenas tres años y no conseguía localizarlo en la grada», apunta. Añade: «El Unión Sport tenía un gran equipo, con Ricardinho... y no se rindieron nunca. Al final, nos juntamos todos en Chaston. Fueron los años más felices de mi vida. Ojalá volvieran otra vez».