Nacido en Venezuela, hecho en Málaga

x. r. c. redacción / la voz

DEPORTES

Jorge Zapata / Efe

Juanpi Añor es la nueva perla de La Rosaleda donde está explotando esta temporada

08 feb 2016 . Actualizado a las 18:01 h.

Nació en Venezuela en enero del 94 y en el Caracas FC dio las primeras patadas al balón, pero ha sido en Málaga en donde Juanpi se ha formado y crecido como futbolista. Llegó al club coincidiendo con el desembarco del jeque, en los tiempos de su compatriota Salomón Rondón y de la mano de Juan Mata, el agente que lo descubrió y se lo ofreció a la entidad de Martinicos. Pero los inicios de la nueva perla de La Rosaleda fueron complicados, especialmente en lo burocrático, y le tuvieron un tiempo parado.

Juan Pablo Añor Acosta arrancó su periplo europeo en el vinculado San Félix -una especie de juvenil B-, un club de cantera de la ciudad en donde comenzó a jugar y con el que debutó en la División de Honor de juveniles para volver después a la disciplina boquerona para completar el ciclo de formación en el juvenil A y en el Malagueño. Sus once goles en la 13/14 con el filial le abrieron la puerta al primer equipo, con el que debutó de la mano de Javi Gracia en una contienda ante el Valencia (agosto del 2014).

Fue Mestalla el kilómetro cero de un proceso de cocción que alcanzó su punto álgido con la bienvenida al 2016. Tras alternar titularidades y suplencias, ha estallado de un modo definitivo, marcando tres goles en tres jornadas (a Barcelona, Éibar y Getafe) y dejando sello de un fútbol que promete. Porque Juanpi ha aprendido la lección pendiente de muchos futbolistas sudamericanos, que sin balón hay que cerrar la banda y ayudar en defensa. Y cuando los suyos tienen el esférico, es el momento de demostrar el catálogo de habilidades. Mediocentro natural, le ha cogido gusto al puesto del 10, filtrando balones y llegando con peligro al área rival.

Con contrato renovado hasta el 2018, no esconde que en Málaga ha encontrado su lugar en el mundo: «Estoy con mucha confianza, quiero seguir con esta dinámica y aportar cosas al equipo». A día de hoy, se ha convertido en el nuevo cheque en blanco de una entidad que ha demostrado saber acertar en su política de cantera. Para abastecer al primer equipo y a su cuenta corriente.