Pep-Mou, enemigos y... ¿vecinos?

a. bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

MICHAEL KAPPELER | Efe

Las negociaciones para que el técnico portugués sea el entrenador del United ya han comenzado

07 feb 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

«Hace un año o dos jamás habría dicho esto, pero ahora el United no tiene otra opción. Ryan Giggs apunta a que será un gran entrenador, aunque la pregunta en realidad es si es ahora la persona adecuada para enfrentarse a Pep. Y, en estos momentos, la respuesta es no, no tiene la experiencia suficiente. Ellos necesitan a alguien con un currículum contrastado, con títulos en su historial, y esa persona tiene que ser José Mourinho». Quien habla es Jamie Redknapp, exjugador del Liverpool y analista en Sky Sport, una de las televisiones más influyentes de Inglaterra. Desde que se anunció que Guardiola entrenará al City nadie en la Premier habla de otra cosa. La corriente de opinión se mueve en un solo sentido. Directivos, aficionados y medios de comunicación. Saben que la rivalidad entre los dos ya ha generado intangibles que no hay dinero que lo pague: expectación y agitación.

Son conscientes de que si la enemistad llega a la Premier, se abonarán a esa electricidad que vivió la liga española del 2010 al 2012. Una imagen permanece como icono de aquella guerra sin cuartel. Era agosto del 2011 y se disputaba el partido de vuelta de la Supercopa de España. Después de una entrada de Marcelo a Cesc, que concluyó con la expulsión del lateral, se formó una tangana monumental -entonces era algo habitual que cada clásico tuviese dos o tres- y entonces el técnico portugués acabó metiéndole un dedo en el ojo al difunto Tito Vilanova, el segundo de Guardiola. Aquello sí que era juego intenso.

El United ya no lo oculta. Las negociaciones para que Mourinho se siente de nuevo en un banquillo donde siempre se ha sentido más querido avanzan con paso firme. Pese al rotundo fracaso que significó su regreso al Chelsea esta temporada, donde, derrota tras derrota, acabó perdiendo su condición de Special, en Old Trafford solo lo ven a él como el relevo de Van Gaal. Los fans llegaron a corear su nombre en varias ocasiones e incluso ya hay camisetas de los diablos rojos estampadas con su apellido.

Los únicos que no se han pronunciado sobre la posibilidad de que se reedite este mano a mano desde la banda son los jugadores. Aunque algunos ya empiezan a buscar acomodo lejos de la Premier. El primero en sondear el mercado ha sido Yayá Touré, que podría acabar en China. No es que a los futbolistas no les atraiga crecer bajo las órdenes de dos de los mejores entrenadores del mundo, sino que advierten que será, como lo fue en España, una contienda extremadamente exigente. Porque con dos estilos antagónicos, el control frente al vértigo, la belleza ante el pragmatismo, Pep y Mou son dos auténticos perfeccionistas.