Mesura

Juan J. Fernández EL DESMARQUE

DEPORTES

27 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En un Europeo no hay un partido fácil ni rival pequeño. Cada victoria se debe saborear como la primera en un alarde simbólico hacia los valores más altos del deporte. Nos hemos acostumbrado en demasía a ganar y ya pedimos arrasar. El nivel de autoexigencia y cualificación de los nuestros no tiene nada que envidiar y nos permite la comparación con cualquiera. Perder un partido contra una de las selecciones llamadas a luchar por el oro entra dentro de los posible y no debe utilizarse para generar dudas o el típico argumento de que el seleccionador se dejó a un fuera de serie fuera de la lista. ¡Créanme que no!

Un campeonato dura entre 15 y 18 días y no todos los días sale el sol. Dinamarca en los últimos años la destrozaron en dos finales, una de ellas en suelo nórdico, y su afición no duda de un grupo de jugadores top mundial. Aprender de las derrotas es el mejor camino para la excelencia.

Hungría venía para ser una posible revelación, con jugadores jóvenes pero todavía demasiado verdes y que han demostrado un gran porvenir. No han hecho un gran europeo pero se puede decir que ayer realizaron su mejor actuación. Tuvimos que remar desde el inicio ya que cogieron la iniciativa y demostramos dominio del tiempo de juego para poco a poco ir restableciendo la igualdad. Tengo que reconocer que el momento de Raúl Entrerríos es fantástico. Controla todo y sus decisiones opositan para maestro. Ofensivamente no realizamos un juego brillante pero alcanzamos 31 goles sumando todos y eso carga las baterías morales.

Defensivamente no estuvimos tan finos pero debe achacarse más a nuestro rendimiento en la portería, con un exiguo 23 %. Hasta el plan B, Sterbik no hizo presencia. Reconozcamos entonces a nuestro director defensivo, Virán Morros, que en momentos clave de la segunda parte cerró la puerta y el partido tomó color hispano. Esperemos que el partido contra los rusos sea de entrenamiento, que significará que Dinamarca gana a Alemania y ya estamos en semifinales.

Juan J. Fernández es profesor da Facultade de Ciencias do Deporte (UDC)