El duro revés frente a Djokovic reaviva las dudas en Nadal

Santiago Peluffo DOHA / DPA

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A una semana del Abierto de Australia, el juego del español vuelve a ofrecer dudas

11 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Una derrota demasiado dura como para no hacerse preguntas. A una semana para el Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, la confianza de Rafael Nadal sufrió un nuevo revés tras verse arrasado por el juego perfecto del serbio Novak Djokovic. La caída por 6-1 y 6-2 el sábado en la final de Doha fue la más abultada entre ambos en los 47 enfrentamientos que mantienen desde el 2006.

En sus cuatro partidos anteriores, Nadal se había enfrentado a rivales accesibles, todos entre los puestos 66 y 94 del mundo. En su primera gran prueba, Nadal sufrió como nunca. Una de las facetas que el español dijo que estaba trabajando particularmente para esta temporada eran las devoluciones de servicio, pero ante Djokovic, apenas ganó el 23 % de los puntos (10 de 44). En cada juego del partido, era el serbio quien tomaba rápidamente la iniciativa y comandaba desde la base con tiros cruzados profundos para después sacar diferencias con su revés paralelo rasante, que obligaba a Nadal a defenderse, quedando a merced del serbio. El español, por contraste, jugó particularmente corto y apremiado por la intensidad del número uno.

Nadal admitió que lo único que puede hacer frente a Djokovic es felicitarlo y aplaudirlo. Cuando en la conferencia de prensa posterior a su caída le preguntaron por la profundidad de los golpes del serbio, Nadal respondió: «Es que no es solo eso; hizo todo bien, por eso fue perfecto su partido». Apeló al trabajo como arma para acortar distancias con el número uno: «Acostumbro a pensar en mí habitualmente porque al final no puedes pensar en lo que hagan otras personas. Entonces hay dos opciones: frustrarte y no encarar la lucha o seguir trabajando», comentó Nadal, quien perdió nueve de sus últimos diez duelos ante el serbio.

«Quizás de momento no hay ninguna solución. Pero si uno está preparado para el reto, lo importante es no ceder esas oportunidades, que seguro que van a venir», añadió el español antes de tomar su vuelo a Sídney, donde jugará una exhibición previa al Abierto australiano.

¿Habrá alcanzado su techo el español a los 29 años? El año no ha hecho sino empezar y el ex número uno del mundo siempre se caracterizó por su fortaleza mental, pero Nadal se mostró el sábado satisfecho con lo hecho en su carrera e insinuó que ya no es prioritario para él seguir acumulando torneos de Grand Slam.

«Yo tengo 14 grandes, no es que tenga cero o uno. No tengo una urgencia de ganar... (pausa), mi urgencia principal es ser feliz y disfrutar de la competición», concluyó Nadal.