El Real Madrid despide a Rafa Benítez y nombra a Zinedine Zidane nuevo entrenador

La Voz REDACCIÓN

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Florentino Pérez prescinde de su décimo entrenador. «La palabra imposible no existe para Zidane», asegura el presidente blanco

04 ene 2016 . Actualizado a las 22:04 h.

Rafa Benítez ya es historia en el Real Madrid, Zinedine Zidane es el futuro. Apenas unos meses de los tres años que firmó el pasado verano duró el entrenador elegido por Florentino Pérez para su enésimo proyecto fallido. El presidente ha anunciado el despido de Benítez, ahogado por los irregulares resultados, el decepcionante juego y la mala relación con varios jugadores de la plantilla, y también víctima de los vaivenes institucionales del club blanco, que consume su décimo entrenador bajo el mando del actual presidente. Ante los gritos de «Florentino dimisión» por la deriva del Madrid, el mandatario responde despididiendo a Benítez, al que firmó por tres temporadas hace seis meses bajo la prerrogativa de dar «un nuevo impulso» al equipo.

Florentino Pérez ha puesto en marcha de nuevo su máquina de triturar entrenadores. Apenas unos meses después de despedir al calificado pacificador Carlo Ancelotti y apostar por Rafa Benítez y su rigidez táctica y disciplinaria, el presidente del Real Madrid convocó de urgencia este lunes a su junta directiva para poner sobre la mesa el despido de su enésimo entrenador. Zinedine Zidane es el sustituto de Benítez en el banquillo del primer equipo, a pesar de sus discretos resultados al frente del Castilla. Después de la reunión extraordinaria sobre las 19 horas, Florentino anunció a la prensa la deliberación en una comparecencia sin preguntas, que demoró más de media hora respecto a la anunciada.

En el acto, y a pesar de que Pérez dijo que la decisión fue tomada de urgencia por la junta directiva, compareció Zidane al lado del presidente y acompañado de su mujer y sus hijos, lo que da la idea de que algo se estaba cociendo en las últimas horas. «Estoy más emocionado que el día de mi presentación como jugador», alcanzó a decir el francés, el primer entrenador de su nacionalidad en el Real Madrid.

«Hemos tomado una difícil decisión, resolver el contrato de Rafael Benítez. Estamos ante un magnífico profesional y una gran persona. Quiero agradecerle su trabajo estos meses. La Junta Directiva ha decidido nombrar entrenador del primer equipo a Zidane», dijo Florentino de manera escueta sobre su décimo despido. «Zidane es una de las figuras más grandes de las historia del fútbol, sabe lo que es estar al frente de la plantilla del Real Madrid y sabe lo duro que es estar en este banquillo. Sabe lo que es estar con estos jugadores, los dirigió como segundo hasta la décima», agregó.

«Ha sabido estar al frente de los desafíos. Este es tu club y este es tu estadio, tienes capacidad para encandilar al madridismo. Eres el entrenador del Real Madrid y como presidente es un orgullo tenerte a mi lado. La palabra imposible para Zidane no existe», concluyó Florentino.

El empate en Mestalla y la imagen dada por el Madrid desde que sucumbiera con estrépito ante el Barcelona en el Bernabéu (0-4) han acabado con el crédito de Benítez a los ojos de Florentino, que le firmó tres temporadas el pasado mes de junio, confiado como estaba en que la supuesta mano dura del ex del Liverpool fuera capaz de hacer jugar como quería el presidente a Bale, Benzema y Cristiano, y además hacerle un hueco a los lustrosos centrocampìstas del equipo (Isco, James, Kroos, Kovacic, Modric...). El Real Madrid bajo el mandato de Florentino ha consumido ya 10 entrenadores, un relevo que se veía venir desde el primer día de Benítez, que llegó a un vestuario desencantado por el despido de Ancelotti, después de que el italiano curase las heridas abiertas que dejó Mourinho.

Florentino ya se vio obligado a su típica ratificación del entrenador que termina siempre mal. Tras la derrota en el clásico, Pérez escenificó un apoyo a Benítez que nadie se creyó. Benítez «fue elegido por su profesionalidad, trayectoria, experiencia y capacidad para sacar el máximo rendimiento de esta plantilla», a la que señala que desde enero «ha sufrido un deterioro paulatino». «Rafa Benítez acaba de iniciar su trabajo. Dejémosle trabajar, que seguro vendrán los triunfos», abundó, cuando en otras ocasiones también se le oyó decir que «Benítez es la solución y no el problema».

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La realidad, sin embargo, es tozuda. Florentino Pérez se dedicó a filtrar a la prensa en las últimas semanas que la hora de Benítez se acercaba y daba los nombres de Zidane y Víctor Fernández como sustitutos interinos, además de encuestar a los socios del Real Madrid sobre el entrenador. Benítez estaba sentenciado desde la derrota ante el Barcelona y tras el bochorno de Cádiz y la alineación indebida de Cherysev. De poco le valió al técnico madrileño abrazar el discurso de la campaña antimadrista en los medios y en la sociedad a la que se aferra Florentino para ocultar sus traspiés. Con toda seguridad al mandatario blanco no le gustó ver a su equipo empatar en Mestalla con Isco y James en el banquillo y sin jugar ni un minuto.

El domingo, tras dejar escapar el triunfo ante el Valencia pese a adelantarse en dos ocasiones, Benítez echaba balones fuera sobre su futuro. «No puedo evitar que algunos especulen más o menos. Lo que sí puedo conseguir es que el equipo juegue y trabaje como lo ha hecho hoy. Ha hecho un gran esfuerzo y por desgracia no se ha llevado los tres puntos», explicó. Benítez aseguró que su equipo se merece «elogios», más si cabe por seguir peleando tras la expulsión de Kovacic, a pesar de desaparecer por momentos del encuentro. «Hemos hecho un gran partido. En el primero tiempo durante 35 minutos hemos tenido el control y fue una pena el gol al final», indicó. Lejos queda ya la emoción de Rafa Benítez el dia de su presentación como entrenador del Real Madrid, el sueño de una vida materializado en las lágrimas del técnico formado en la casa blanca bajo el ala de Del Bosque.