Fury se pasa de la raya

a. bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Lee Smith | REUTERS

La policía inicia una investigación para comprobar si unos comentarios suyos son un delito de odio

10 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que ganó el combate de su vida contra Vladimir Klitschko, las únicas palabras decentes que salieron de su boca fueron las estrofas de I don?t want to miss a thing, de Aerosmith, que dedicó a su mujer tras proclamarse campeón del mundo de los pesos pesados. A partir de ese momento, Tyson Fury encadenó despropósito tras despropósito. Hasta tal punto que unas declaraciones suyas en la prensa británica han provocado una investigación de la policía de Manchester por un posible delito de odio. Tres cosas podrían provocar el fin del mundo, a su juicio, «una de ellas es la legalización de la homosexualidad, otra es el aborto y la última la pedofilia. ¿Quién habría pensado que en los años 50 o 60 que las dos primeras serían legalizadas?», afirmó.

No se quedó ahí. Descendiente de nómadas irlandeses, los tinkers, cuya pasatiempo favorito es retarse a pelear con los puños descubiertos -Brad Pitt se puso en la piel de un tinker de forma magistral en la película Snatch, cerdos y diamantes-, al conocer la noticia de que estaba bajo investigación, Fury se envalentonó. «No callarán al rey de los gitanos y al campeón del mundo de los pesos pesados», señaló. Las redes sociales comenzaron a echar humo. Muchos británicos cuestionaron que la BBC lo hubiese nombrado como candidato a mejor deportista del año. Empezaron a presionar para que la mole de 2,08 metros no figurase en esas menciones donde además de los logros deportivos se suele destacar la responsabilidad social de los que integran esa selecta lista. «La libertad de expresión es la mayor estupidez», fue la respuesta del boxeador hacia esas voces críticas. Una afirmación que había conseguido hacer buena el propio Fury a principios de mes cuando aseguró: «La posición de una mujer es estar en la cocina o de espaldas. Es mi opinión personal». La Federación Internacional ya le ha arrebatado uno de los tres cinturones, pero no por su lengua, sino por ofrecerla la revancha a Klitschko en vez de pelear contra Glazkov.