El expreso de Tiflis

josé m. fernández A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

EDUARDO PEREZ

El alero georgiano, la revelación de la Liga, ha sido «mvp» en tres de las cuatro últimas jornadas de la LEB Oro

30 nov 2015 . Actualizado a las 15:35 h.

El sueño, cada vez más cerca. El jugador del Leyma Coruña Beka Burjanadze se ha convertido en la revelación de la LEB Oro, El sábado, por tercera vez en las últimas cuatro jornadas, se convirtió en el mvp de la jornada: 31 puntos, 7 rebotes, un impecable once de once en lanzamiento de dos y 36 de valoración. A sus 21 años, el ala-pívot georgiano (Tiflis, 3 de enero de 1994) está cada vez más cerca de alcanzar su sueño, de instalarse definitivamente en el profesionalismo, el objetivo que persigue desde que con apenas 15 años abandonó su Georgia natal parta enrolarse en el Cajasol Sevilla.

«En Georgia no hay el nivel que existe en España. Yo sabía que si quería ser profesional era una buena decisión», afirma ahora Burjanadze, una vez superado un duro desembarco en Sevilla, solos unos cuantos meses después de perder a su padre y tras dejar a su madre en su Tiblisi natal. «Ella fue mi mejor apoyo para que yo viniera a España», reconoce Beka, ahora que ha dejado de ser, como él mismo sostiene, aquel niño gordito que comenzó a jugar al baloncesto por razones de peso. «Fue un poco de casualidad, pero en un par de días ya dormía con el balón y con las botas de baloncesto». Tampoco era tan raro en alguien que es primo de Zaza Pachulia, el primer georgiano que ha jugado en la NBA. «Tuve el mismo entrenador en mis inicios que Zaza. Me enseñó todo de los fundamentos, porque yo era realmente muy malo».

Un Europeo cadete le sirvió para enrolarse en la cantera del Cajasol Sevilla, donde agradece todo el tiempo que le dedicaron entrenadores como Joan Plaza, Aíto García Reneses o el gallego Diego Ocampo. «Con nosotros trabajó mucho, entrenó muy fuerte y ayudó al equipo», afirma Ocampo, actual entrenador del Estudiantes, que insiste en que lo que Burjanadze necesita ahora es «jugar y jugar, muchos minutos. Tiene muy buena cabeza, es inteligente y disciplinado y además sabe trabajar para el equipo».

Una capacidad de trabajo que mostró en Sevilla y que el propio Beka cree que ahora ha comenzado a dar sus frutos. «Cuando trabajas duro los resultados acaban llegando». Aunque también reconoce que pasó malos momentos en Sevilla: «Yo lo que quiero, como todos, es jugar. Veía que mejoraba, pero no tenía minutos y no entendía lo que pasaba. Aíto me insistió en que tenía que mejorar en la toma de decisiones, que me faltaba paciencia. Entonces no lo entendía, ahora sí», asegura con la convicción de lo que sea bueno para el Leyma lo será para él y de las posibilidades de un físico rotundo y una excepcional muñeca.

«Créeme, no tengo ni idea de si algún equipo se ha interesado por mí». Tampoco sería extraño. Al fin y al cabo, tras debutar con Plaza en la ACB con apenas 17 años, a los 21 se ha convertido en la revelación de la LEB Oro. Ha pasado de los 12,7 puntos de la campaña anterior a los 19,2 de la actual, es el segundo más valorado de la competición, firma 6,2 rebotes por partido (4,8 la pasada) y desde más allá de la línea de 6,75 presenta un acierto del 43,8 %. Algo más que un proyecto de futuro forjado las dos últimas campañas en el Básquet Coruña de Tito Díaz.