El Compos claudica en inferioridad numérica ante el Racing

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

Tras una primera parte equilibrada, los visitantes empujaron más y se llevaron el derbi de San Lázaro

30 nov 2015 . Actualizado a las 10:50 h.

El derbi mostró la diferencia entre un colectivo bien construido, capaz de manejar varios registros, y otro que lleva quince jornadas sin encontrar un patrón de juego en el que se sienta cómodo. Sin marcar es imposible ganar. En cambio, al rival con una le suele bastar y, si acaso, cuando el Compos arriesga a la desesperada en el tramo final, sentencia. Así fue el derbi, una película varias veces vista esta temporada en San Lázaro. El conjunto azul y blanco no le pierde la cara a los partidos, pero no muerde y se la acaban partiendo. Y tampoco le sonríe la fortuna en momentos puntuales.

En la primera parte, sin embargo, a cualquier espectador que desconociese la clasificación costaría explicarle que en un lado había un equipo con muchos puntos en el granero y, en el otro, un colectivo que  lleva el indicador de reserva encendido. Porque en esos 45 minutos lo que imperó fue el equilibrio.

Alberto Mariano Estévez se decantó por el mismo sistema que siete días antes, con un solo medio centro, una línea de cuatro por delante y Orbegozo en punta. Como era previsible, Javi Moreno suplió al sancionado Marcos Rodríguez. Y el matiz lo puso Joaquín en lugar de Mon.

El Racing salió con su habitual 4-2-3-1, con el que que se siente muy cómodo. No le quema el balón, sabe moverlo con paciencia. Y está atento en todo momento para soltar algún latigazo aprovechando la velocidad y la movilidad de los cuatro de arriba.

Querían más el balón los ferrolanos y buscaban transiciones más rápidas los santiagueses. Y en ese contexto los minutos se fueron consumiendo lejos de las áreas, salvo en acciones aisladas. Como una en la que Héber ganó la línea de fondo y Pablo Rey cabeceó alto, al cuarto de hora. O la más clara para los locales, en el minuto 21, cuando Jordan ganó la espalda a la defensa y Mackay arriesgó en la salida para tapar al extremo. Poco después Catú se ganó la amarilla, en un mano a mano con Joselu. Y en un córner de laboratorio, Víctor Vázquez chutó alto a la media vuelta.

En el balance de ocasiones fueron superiores los racinguistas, que llegaron más veces.  Pero sin tirar entre los tres palos. Por contra, Mackay tuvo que emplearse a fondo en su única intervención.

El partido se le empezó a complicar al Compos en el minuto 38, cuando Jordan vio la segunda amarilla.  Ahí cambiaron los planteamientos.

En el entretiempo los dos técnicos movieron piezas. Alberto Mariano retiró a dos estilistas, Joaquín y Dani Hernández, que habían entrado poco en juego, por dos futbolistas de más recorrido, Jesús Varela y Mon. Miguel Ángel Tena prescindió del lateral Garrido para meter más leña en la caldera de ataque con Diego Vela.

Vela fabricó la primera llegada, con un gran pase atrás que no materializó Joselu por el acierto de Guillén. Fue el aviso de que el Racing quería otra partitura. Ya no se conformaba con esperar su oportunidad. Adelantó líneas y obligó al Compos a replegarse cerca de su área, sin renunciar al contragolpe.

Volvió a avisar Joselu, y a responder Guillén. Pero el portero del Compos nada pudo hacer en el minuto 74 en un gran lanzamiento de falta de Pablo Rey, que puso el balón en la escuadra.

A partir de ahí, el conjunto local tiró de corazón y de un fútbol más directo que puso en algunos aprietos al Racing. La afición local pidió penalti en una acción entre Mackay y Mon. La tuvieron Orbegozo, en el 87, y Gerard Oliva en el 89. Pero sin suerte. Y, con el equipo volcado, una contra bien llevada por Vela y culminada por Marcos Álvarez, supuso la sentencia.