La transformación propiciada por Setién se nota ya en el conjunto canario
28 nov 2015 . Actualizado a las 12:09 h.Aquel ridículo con el que concluyó el penúltimo intento del Las Palmas de regresar a Primera acabó convertido en anécdota solo un año después. Paco Herrera consumó un anhelo sostenido durante trece temporadas en la isla y devolvió al conjunto canario a la máxima categoría. La proeza apenas brindó al técnico catalán ocho jornadas de crédito. La goleada sufrida en Getafe y la mala relación con la secretaría técnica pusieron la puntilla a la trayectoria del entrenador en terreno insular. Desde entonces, todo ha cambiado en la Unión Deportiva.
Más allá de los números -una única derrota en cuatro duelos, 3-1 en el Bernabéu- la renovación que está disfrutando el conjunto amarillo tiene que ver con las sensaciones que deja en sus citas. El buen sabor de boca que depara un conjunto que, como advertía ayer Víctor Sánchez, ha alterado sustancialmente su propuesta: «Está siendo mucho más combinativo. Juega desde atrás, con posesiones largas». Es el fruto del libreto de Setién: fútbol de toque para salvar la categoría.
Los entrenamientos
Intensa sesión de vídeo. Con Herrera ya era habitual que los jugadores descubrieran las virtudes y defectos del próximo rival a través del vídeo. Ahora, la sesión de tele ha ganado en duración y exhaustividad, según detalla desde Las Palmas Alberto Artiles, periodista de Canarias7. Un par de días antes de cada encuentro, el plantel se encierra durante más de una hora en la sala de proyecciones para estudiar al adversario y corregir errores propios con las imágenes como guía.
Además, el exentrenador del Lugo ha multiplicado los ejercicios destinados a potenciar la capacidad asociativa de sus pupilos. Los rondos eternos empiezan a ser habituales en las sesiones preparatorias del conjunto amarillo.
Sistema irrevocable
Como mucho, cuatro atrás. La reconstrucción comenzó desde atrás. Bajo palos, no hubo dudas y Javi Varas sigue defendiendo la meta isleña. En la zaga, las lesiones aliviaron las cábalas. Cuando llegó Setién, Alcaraz afrontaba varias semanas de baja, así que Bigas y Aythami se han asentado como pareja de centrales. El problema del jugador paraguayo evitó además al técnico cántabro la tentación de recurrir a una línea de cinco ya utilizada por su predecesor. Aunque tal opción nunca fue considerada por el nuevo míster, para quien cuatro es el tope de pobladores en su defensa.
Doble pivote
Vicente, antes que Hernán. El centro del campo ha ganado protagonismo en los últimos partidos, desterrado ya el fútbol directo que abanderaba Herrera. Así, cobró aún más importancia encontrar reemplazo al lesionado Javi Castellano, futbolista clave en el ascenso. Si el técnico maño había apostado por Hernán, el cántabro lo ha hecho por Vicente, un jugador siempre a caballo entre la medular y la mediapunta. Ahora fijo junto a Roque en el doble pivote, ha disipado las dudas sembradas por su irregular actuación en cursos pasados.
El hombre clave
Tana, resucitado por Setién. «El club tiene fe ciega en él, yo creo al 50%». Paco Herrera nunca llegó a confiar en Tana Domínguez. Ni en Segunda, ni en Primera. En la isla se achacaba la desafección del míster al carácter díscolo del enganche canario, eterna promesa de la cantera amarilla. Un turbio comportamiento en el que no ha querido detenerse Setién, optando por priorizar las prestaciones sobre el césped del considerado como uno de los mayores activos del plantel. Estimación a la que no ha tardado en responder el jugador, de 25 años. Fue el mejor del partido frente a la Real, y facilitó la reacción de los suyos en Mestalla, donde llegó a enviar un balón al palo. La fe del técnico ha espoleado al mediapunta hasta involucrarlo al máximo en la presión constante que exige a los suyos para recuperar la bola.
Estrellas reforzadas
El peligro de Viera y Araujo. Tana ha encontrado un par se socios de lujo en misiones ofensivas. Mientras Momo, El Zhar y Nauzet pelean por la plaza de extremo derecho, en el costado izquierdo y en punta son indiscutibles Viera y Araujo. Ambos se han entonado tras el relevo en el banquillo, repartiéndose los tres últimos tantos del remozado conjunto insular.