Félix Bañobre, mentalidad de viajero, ahora tras la canasta

DEPORTES

Emigrante en Inglaterra con sus padres, el técnico pontés entrenó en Dinamarca y ahora dirige un equipo alemán de básquet

25 nov 2015 . Actualizado a las 11:02 h.

El acento y la pronunciación revelan que la vida de Félix Bañobre se enriqueció en muchos lugares. Su familia emigró a Inglaterra, donde creció hasta los 15 años. Y el entrenador pontés de baloncesto no duda si se le presenta una interesante oportunidad de trabajar fuera. Ahora lo hace en Alemania, acompañado por el joven coruñés Damián Cortés como ayudante.

Después de una temporada difícil en la EBA con el Ferrol CB, al que entrenaba por segundo ciclo, Bañobre rechazó «varias ofertas del extranjero a lo largo del verano» mientras la directiva sopesaba competir esta liga. Cuando se consumó la renuncia del club ferrolano, algunas propuestas habían volado, y sobre la mesa la de Alemania era «la más atractiva».

Así llegó al Gotha-Rockets de la ProA (equivalente a LEB Oro) para integrar su staff y dirigir al filial, el Erfurt, de la Regionalliga, «como una EBA para foguear a los becados y jóvenes promesas». Y allí cumple ya tres meses. «El baloncesto es importante aquí, tiene dinero, infraestructuras, producto y quizás les falta un poco mas el know-how, aunque el nivel es alto y muy físico. Está considerado el deporte número 17 en Alemania y en el 2020 se tiene pensado superar a la ACB... Así que imagínate», comenta desde Gotha, en el länder de Turingia, en el corazón del país, del antiguo lado oriental.

Por su carácter y sus vivencias anteriores en otros lugares, la adaptación de Bañobre resultó sencilla. «La experiencia es buena, positiva. Me tratan muy bien. Son muy profesionales. Y rígidos, una sociedad asentada con sus propios principios. Tienen una cultura e historia muy interesante», comenta al tiempo que trata de hacerse lo antes posible con el idioma, una barrera que espera solventar lo antes posible, pues además tiene contrato por dos años en Alemania.

Bañobre trata de imprimir su propio sello al equipo, quinto y empatado en la segunda plaza, con cinco triunfos y cuatro derrotas. «Como entrenador siempre me ha gustado el baloncesto dinámico, rápido y eficaz. Duro en defensa y que se exprima la creatividad conjuntamente con el máximo talento posible. Para eso se necesitan casi todos los fundamentos de cada jugador. Y es fundamental el uso de su inteligencia», comenta el técnico pontés, consciente también de la necesidad de adaptarse a los mimbres con los que cuenta.

«De este país, con tantas fronteras e historia a lo largo de los siglos, me fascina su arte y como están orgullosos de ello», comenta sobre la experiencia de vivir en el corazón de Europa. «Siempre he sido aventurero, siempre viajo cuando puedo y, si encima es por baloncesto, mucho mejor. Soy una persona que necesito alimentarme de conocimientos», ya reflexionaba durante su etapa en Dinamarca después de trabajar con la base del Sant-Yago coruñés al inicio de la década.