La muñeca atómica de Toni Seijo

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

CÉSAR DELGADO

Histórico y prolífico partido del veterano alero gallego, panadero y criador de beagles, que anotó 51 puntos y doce triples con el Santo Domingo de Betanzos ante el líder de la EBA

24 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Veía el aro como una piscina y había que dárselas», resume su entrenador Juan Díaz. El pabellón municipal brigantino, a reventar. El público, enardecido ante la histórica actuación de su veterano alero Antonio Seijo (Betanzos, 1981), que sometía al líder Mieres a golpe de triple (doce de dieciocho). Esto es lo que hay: muñeca. Eso debieron pensar todos, en especial Seijo.

Cincuenta y un puntos (48 de valoración) que, sin embargo, no sirvieron para obtener la victoria (el Santo Domingo de Betanzos cayó en la prórroga, 83-87). Ni para sacar las cosas de contexto, tal y como insiste el presidente de la entidad, José María Valeiro, que ya ha visto cómo Rozas también anotaba 48 puntos antaño: «El que tuvo, retuvo. Todos los años tiene un día o dos en los que está inspirado. No está al alcance de cualquiera. Pero esto es un deporte de equipo. El colectivo es fundamental. Seijo anota porque alguien coge los rebotes o hace los bloqueos».

El dirigente recalca el mérito de que un club integrado por gente de la casa plante cara al líder de la Liga EBA. «Es un equipo de baloncesto en una ciudad de 15.000 habitantes», recalca.

También opina en la misma línea el entrenador, Juan Díaz, que lamenta: «No se nos puede dar la enhorabuena porque no ganamos. Pero ante un equipo con siete extranjeros, el trabajo fue bueno». Acto seguido, traslada su mirada al protagonista del partido, que ya hace dos años logró 48 puntos frente al ULE Puertalia, con 6 triples, 7 rebotes y 48 de valoración. «Es un jugador de Liga superior. Aún ahora podría jugar en una categoría más alta. Yo lo entrené en LEB cuando él tenía 17 años en el Básquet Coruña y ya tenía dinámica de jugador del primer equipo. Es competitivo, serio y le encanta jugar al baloncesto. Siempre ha sido un anotador. No nos lo hemos encontrado hoy. Además, cuenta con muchos minutos en este equipo; quizás en otro entraría más en las rotaciones», analiza Díaz.

Antonio Seijo es el máximo anotador de EBA en el grupo A-B y segundo en el cómputo general. Se quedó a un solo triple del récord de Carlos García Ribas (con Colmenar Viejo en la 2003-2004, ) y Koke Rama (con el Chantada, en la 2005-2006). En la ACB, por ejemplo, los récords están en los 12 triples de Jacob Pullen (2013-2014) y los 54 puntos de Epi (1983-1984).

Juan Díaz considera, con todo, que «son circunstancias que se dan, que por mucho que entrenes no las consigues». «Influye la generosidad de sus compañeros, y que Seijo en los momentos calientes se la juega. Si el jugador está en racha, el Santo Domingo sabe interpretarlo y jugar para él».

Seijo recoge el guante. En el 2013, después de una docena de años como buque insignia del Básquet Coruña en todas las categorías, decidió apartarse del baloncesto profesional para regresar a su casa y abrir junto a su esposa Victoria un despacho de San Brandán de la mano de Fernando Buendía, coordinador de tiendas de la panificadora y del área de rendimiento del Básquet Coruña. Una lesión a punto estuvo de hacerle dejar las canchas, su idea inicial, pero regresó del verano con aires renovados y Juan Díaz puso el resto.

El domingo, sus obligaciones laborales comprimieron un poco más, si cabe, su agenda ya repleta, pues además es coordinador de las actividades extraescolares del Vales Villamarín y criador de perros de pura raza Beagle junto a su hermano David. «Tuve que trabajar por la mañana y ya normalmente Victoria hace un esfuerzo para que yo pueda jugar, pero esta vez veía que no me daba tiempo a comer con calma. En apenas una hora salí de San Brandán, tomé mi almuerzo y estaba para jugar. Y el viernes quizás había metido en el entrenamiento 1 de 30», relata.

«La primera parte fue normal, pero ya sabíamos que contra el líder había que ponerse las pilas. Sabía que había anotado mucho, pero no cuánto. Mi pensamiento era ?que no se nos vayan?», recuerda. «Estoy contento por la repercusión para el club. Nunca estuvo a este nivel. Con gente de la casa, tiene mucho mérito. El público disfrutó y el aluvión de llamadas me hace sentir querido. Pero al final no valió para ganar», lamenta.

«Esta machada no influirá en mi continuidad. Yo me exijo mucho para competir. Y no quiero que el Santo Domingo pelee solo por no sufrir», concluye.