La mejor temporada en 46 años

Paulo Alonso Lois
paulo alonso lois REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

GLYN KIRK / Afp

Djokovic somete a Federer para ganar la copa de maestros y coronar la mayor hazaña desde Laver

23 nov 2015 . Actualizado a las 11:25 h.

De un lado de la red, los golpes de inspiración, a razón de uno cada cinco minutos; enfrente, una gacela que funciona como una máquina lanzapelotas, un competidor voraz que convierte la final de la copa de maestros en un espectáculo que sigue su guión. Al triunfo por 6-3 y 6-4 de Novak Djokovic sobre Roger Federer solo le faltó algo de emoción. Gana el serbio quizá sin la magia del suizo ni la contagiosa garra de Rafa Nadal. Pero las cifras que deja a sus espaldas convierten este 2015 en la mejor campaña que se recuerda desde que Rod Laver, ya en la era open, en 1969, completó el Grand Slam tras ganar uno tras otro los cuatro mejores torneos del mundo. A Nole solo una mala tarde en París, en una final que celebró Wawrinka, le privó de ese pleno, aunque venció en Australia, el US Open y Wimbledon y festejó seis de los nueve Masters 1.000.

Este cuarto torneo de maestros seguido de Djokovic también tuvo renglones torcidos. Porque el martes pasado perdió justo ante Federer en la fase de grupos. Pero este formato de liguillas previas permite cierto margen de error, y nadie se creyó que el serbio no pudiese jugar mejor cuando el trofeo estuviese en juego.

Federer trató de variar el juego y asumir riesgos, pero no tenía la puntería de su lado. El público del O2 de Londres jaleaba cada vez que conectaba un golpe maestro. Aunque los puntos discontinuos no eran suficientes ante la asombrosa fiabilidad de Djokovic a tales velocidades. Porque el suizo consiguió 19 winners por 31 errores no forzados. Una barbaridad de puntos que se le fueron cayendo sin encontrar la fórmula. El partido estaba en las antípodas del duelo del martes pasado. Los bombardeos de fondo del serbio, esta vez a mayor intensidad que en el anterior pulso, no le dejaban tanto tiempo para pensar. Milésimas decisivas en un duelo entre auténticos fenómenos.

Por si fuera poco, este Djokovic devora al rival en los instantes clave. Consiguió un break mediado el primer set, suficiente, y arañó el otro con 5-4 en el segundo. El suizo tuvo dos oportunidades para romper el saque del rival en todo el partido y no fue capaz de materializar ninguna.

Cuando una lluvia de confeti tapa el rostro del campeón, como manda la tradición en el más colorista de los eventos tenísticos del año, Djokovic solo tiene por delante en el palmarés del torneo de maestros a su reciente rival. Seis copas tiene Federer, por las cinco del serbio, ya a la altura de leyendas como Ivan Lendl y Pete Sampras.

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El suizo, cerca de todo

El suizo, a los 34 años, muestra claroscuros. Recuperó todo el protagonismo, reservó plaza en varias prestigiosas finales, pero se quedó a las puertas de demasiados títulos. «Estoy contento por el tenis que jugué este año. Doy la enhorabuena a Djokovic por una temporada absolutamente increíble», resumió Federer en los discursos. Y no le falta razón. El serbio casi dobla los puntos de Murray en el ránking mundial con una hegemonía asombrosa. «Así culmina la mejor temporada de mi carrera. Ha sido un año fantástico», reconoce.

Este 2015 sitúa a Djokovic, ahora sí, en la rampa de salida para discutirle los números históricos incluso a Nadal y Federer, algo impensable hasta ahora, pues tienen 14 y 17 grandes por los 10 del balcánico. Por primera vez en su carrera, Novak ya iguala los enfrentamientos directos con ambos: 23-23 con el español y 22-22 con el suizo. Hay partido. Para disfrutarlo.