Sufrir tiene premio

José M. Fernández PUNTO Y COMA

DEPORTES

22 nov 2015 . Actualizado a las 13:19 h.

Anular al rival también tiene premio. Pese a llevar cinco partidos sin ganar y a no ofrecer una imagen excesivamente brillante durante ese tramo de la Liga, el Deportivo nunca ha dejado de ser competitivo; un conjunto siempre trabajador y vertical. Ayer, redobló esa imagen. Sufrió como siempre e incluso le sonrió la fortuna en el tramo final. El plan de Víctor Sánchez del Amo pasaba por anular a un rival que se siente cómodo con el balón en los pies y que sabe como presionar cuando lo pierde, romperle el ritmo e impedir la conexión con sus hombres de arriba. Lo consiguió, porque el equipo vigués fue el Celta menos reconocible de toda la temporada, un conjunto atascado e impreciso durante buena parte del choque, incluso cuando el Dépor se atrincheró en su campo y le cedió la iniciativa; pero ni siquiera en el inicio, con el físico de los locales intacto, ni posteriormente, cuando cada amago de Lucas Pérez era un problema para una zaga que sufre a campo abierto.

Le salió tan bien el plan al técnico local que la victoria del Dépor y la primera derrota a domicilio del Celta tuvo unos cuantos protagonistas inesperados, invitados de última hora con los que apenas se contaba: Lux adivinó el lanzamiento desde los once metros de Nolito, entre Cani y Alex Bergantiños llevaron el balón para que Lucas sumara su octavo gol de la temporada. Sumó Lux y volvió a sumar Lucas, una costumbre. El partido fue más de Bergantiños y de Mosquera que de Augusto y de Pablo Hernández, más de Lucas que de Aspas. El derbi es un premio extra, aunque el coste físico sea elevado.