«No terminas de ser futbolista hasta que vives un derbi»

míriam vázquez fraga VIGO / LA VOZ

DEPORTES

SILVIA ALONSO

El argentino Gustavo López recuerda con especial cariño el duelo en el que marcó, en el año 2000, y augura un choque igualado para el sábado

22 nov 2015 . Actualizado a las 10:18 h.

Con diez derbis como céltico a sus espaldas en ocho temporadas en el equipo vigués, Gustavo López es una voz autorizada para hablar en primera persona de los duelos entre Celta y Deportivo. Los recuerda como partidos «lindos» con independencia del resultado y está convencido de que uno no es futbolista hasta que tiene oportunidad de disputarlos.

-Si se le habla de derbis gallegos, ¿qué es lo primero que le viene a la cabeza?

-Recuedos muy bonitos, impresionantes. Siempre digo que uno no termina de ser futbolista hasta que vive un derbi y el Celta-Deportivo es de los más lindos. Siempre tienes otra tensión, se prepara distinto, se vive distinto, con diferente concentración y mentalidad. Y siempre hay algo más que tres puntos en juego: el prestigio, la camiseta, el representar a tu ciudad....

-¿Cómo fue su primer derbi?

-La verdad es que del que más me acuerdo fue del segundo, en Balaídos. Era el primer año en Vigo, suponía la identificación con la afición. Son cosas que no olvidas fácilmente.

-En aquel partido, en abril del 2000, logró su único gol en uno de estos partidos. ¿Qué significó?

-Para mí fue un éxtasis. Calcula que estábamos con un hombre menos por la expulsión de Juanfran en el primer tiempo y sacamos los tres puntos. La alegría que conlleva hacer feliz a tu gente era lo mejor que había.

-¿Se viven de manera muy distinta el primero y el último con tantas temporadas entre medias?

-A medida que pasaban los años lo fui sintiendo más propio, más mío, más como aficionado. Pero desde el principio fueron especiales, vividos con una expectativa y una ilusión muy grandes. Cuando salía el calendario siempre buscaba uno y otro derbi.

-¿Y prefería Balaídos o Riazor?

-A mí me gustaban los dos; uno porque jugabas con tu gente, con tu afición, te sentías más respaldado, y otro porque sabías que jugabas de visitante y si vos ganabas, la alegría era doble por ser el derbi y por ser en el campo del rival. Se vive de distinta manera, pero si el resultado es positivo, es lo mejor en un campo u otro.

-¿Cómo lo llevó cuando le tocó empezar en el banquillo?

-¡Fatal! Primero porque no me gustaba ser suplente nunca, y luego porque en un derbi es todavía peor no poder participar. Pero había que asimilar lo que en ese momento nos pedía el entrenador, que era esperar a que llegara nuestro momento.

-¿A qué jugador deportivista recuerda como la pesadilla del Celta en aquellos años?

-Eran partidos vibrantes y los dos teníamos muy buen equipo. Estaba el propio Víctor, hoy entrenador, y también Djalminha, Mauro Silva, Donato... Mucha gente de gran nivel. Pero lo mismo que nosotros con Mostovoi, Karpin, Revivo, Makelele... La intensidad estaba asegurada.

-¿Llegó a jugar el derbi con algún amigo enfrente?

-Con el Turu Flores tenía cierta relación porque coincidimos en la selección. Lo vivíamos con pasión y fervor dentro del campo, pero ya está. Tiene que ser pasional, pero también una fiesta que nunca traspase los límites.

-¿Cuál es su recuerdo menos dulce en uno de estos partidos?

-El que perdimos y que después descendimos esa temporada y, en general, todos los que no ganamos son tristes, pero siempre hay que seguir peleándola, porque el fútbol da revanchas.

-¿Qué espera del encuentro del sábado?

-No depende de cómo llega uno y otro, sino de cómo lo encares partiendo de que son partidos que no tienen que ver con el resto. El Deportivo ha evolucionado respecto al año pasado, pero el Celta también, y eso va a hacer que sea un partido entretenido, divertido, que seguramente se decida por detalles. Ganará quien más concentrado esté y menos errores cometa. El Celta llega mejor por juego y resultados, pero el Deportivo nunca baja los brazos, pelea, es ordenado y se nota la mano de Víctor.

-¿Cómo ve el duelo de exjugadores entre él y Berizzo?

-Es un aliciente más, una anécdota que pasa pocas veces y para ellos, sin duda, también va a ser muy especial.