Sergio Ramos regatea el quirófano hasta después del clásico

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El sevillano se infiltrará por sexta vez en el hombro izquierdo para enfrentarse al Barça el próximo 21 de noviembre

11 nov 2015 . Actualizado a las 10:10 h.

Sergio Ramos se agarra al tratamiento conservador como un clavo ardiendo y, de momento, aplaza la probable intervención quirúrgica de su lesión en el hombro izquierdo hasta después de jugar el clásico del 21 de noviembre, en el Santiago Bernabéu. El central sevillano será infiltrado, por sexta vez, para enfrentarse al Barça en la próxima jornada de Liga, tras el parón de selecciones, pero ya asume que, salvo una mejoría notable en las próximas semanas, tendrá que operarse.

Así lo aconsejan los resultados de la revisión médica a la que el defensa sevillano se sometió este martes en la clínica Sanitas de La Moraleja en compañía del doctor Jesús Olmo, jefe de los servicios médicos del Real Madrid con quien no comulgan, precisamente, en el vestuario del club blanco. El futbolista del Real Madrid se tuvo que retirar el pasado domingo ante el Sevilla después de marcar de media chilena y resentirse por tercera vez de la luxación acromioclavicular que se produjo en el choque de Champions ante el Shakhtar Donetsk, jugado el 15 de septiembre en el Bernabéu. Tres recaídas «El hombro está regular. Caí sobre él y me lo fastidié un poco. Es una nueva recaída», reconoció Ramos tras la derrota en Sevilla, dolorosa para los merengues en todos los sentidos.

Julio Muñoz | efe

Ramos se ha perdido ya seis partidos por su dolencia y se infiltró para jugar en la Liga ante Atlético, Celta y Sevilla y los dos encuentros de la Champions frente al PSG. También se ha quedado fuera de las dos últimas convocatorias de la selección española, la primera para los partidos ante Luxemburgo y Ucrania, de clasificación para la Eurocopa, y la segunda para los próximos amistosos de alto rango contra Inglaterra y Bélgica.

Desde que se lastimó ante el campeón ucraniano, hace casi dos meses, Ramos no ha dejado de convivir con el dolor. Tras cuatro partidos ausentes, reapareció en el derbi ante el Atlético en el Vicente Calderón; completó el partido pero luego se sintió peor y no viojó con la selección. Tras no ir con España y ausentarse ante el Levante en Liga, jugó de nuevo infiltrado ante el campeón francés y en Balaídos, antes de ser baja frente a las Palmas. Regresó para jugar ante su exequipo en el Pizjuán y tuvo que pedir el cambio nada más marcar. Desde ese minuto 32', la sombra del quirófano planea sobre el central camero. El tiempo corre en su contra, las infiltraciones tienen un límite en este tipo de tratamientos y jugar con dolores constantes provoca una gran inseguridad y temor para poder competir a un alto nivel. Si al final es operado, Ramos causará baja al menos cinco semanas. Desea esquivar el quirófano pero sabe que, jugar lesionado e infiltrado, puede hipotecar toda su temporada y poner en riesgo incluso su presencia en la Eurocopa de Francia, el próximo verano.