Feliz regreso a casa

José M. Fernández PUNTO Y COMA

DEPORTES

29 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Nada como jugar al abrigo de los tuyos. Si algo une a Iago Aspas y a Lucas Pérez, los dos gallegos que pelean por el pichichi en el inicio de la Liga, es que, están a un paso de encontrar el reconocimiento pleno en su casa, en plena madurez y después de sendos peregrinajes más o menos afortunados. Y la pasión. Son dos de las sorpresas de un trepidante inicio de Liga y, en buena medida, responsables de que Celta y Deportivo se hayan aupado al grupo de cabeza.

Iago Aspas, víctima de la necesidad que el Celta tenía de equilibrar su economía, ha regresado a un equipo hecho, que combina el juego y el riesgo; nunca, ni siquiera en su frustrante aventura en el Liverpool, ha perdido la conexión con los suyos y apenas ha necesitado tiempo para ser uno más del grupo de Berizzo. Para el delantero de Moaña no ha sido complicado adaptarse de nuevo al club en el que, al fin y al cabo, ha pasado más de media vida; encaja como si nunca se hubiera ido en un grupo que persigue el fútbol combinativo; un socio para Nolito y Orellana, pero también un definidor, un delantero que no rehúye la fantasía y que conecta con la grada con la habilidad de los futbolistas que han crecido en la calle.

Lucas Pérez no tenía un pasado blanquiazul, más allá de su ilusión por correr algún día por la banda que pisaba su admirado Fran. Lo consiguió con 26 años, después de buscarse la vida en el fútbol sala, en las canteras del Alavés, el Atlético o el Rayo y de sudar la camiseta en el ignoto fútbol ucraniano o en los campos griegos. Siempre fue un futbolista, pero se empeñó en hacerse visible para los suyos; convenció al presidente del PAOK para que lo vendiera al equipo de su ciudad y se ganó el reconocimiento de la apasionada afición griega incluso el día que se despedía. Como Iago, Lucas tiene la habilidad de los futbolistas que piensan una décima de segundo antes que el rival; como Iago, luce en el pecho el escudo de su equipo. Lejos del frío negocio o del fútbol de arte y ensayo, Aspas y Pérez te reconcilian con el juego, con ese deporte que consiste en hacer feliz a los tuyos cuando se disfruta sobre el césped.