Rafa Nadal, sigue la incógnita

Fernando Rey Tapias LA PIZARRA

DEPORTES

08 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La actuación de Rafa Nadal en el US Open no ha desvanecido las dudas sobre si el gran campeón español será capaz de recuperar su estatus entre los tres mejores jugadores del mundo. La extraordinaria versión del balear, durante la última década, inabordable en la tierra, y casi imbatible en el resto de las superficies, queda cada vez más alejada. La reaparición tras su última lesión no tuvo el mismo recorrido que las anteriores y el tiempo transcurrido, los partidos perdidos, y el reconocimiento de no conseguir recuperar el juego y las sensaciones de siempre dan pie a que algunos analistas consideren que va a ser difícil volver a ver al Nadal de siempre. Otros por el contrario buscan el ejemplo de Federer, con una temporada muy floja en el 2013, y que, sin embargo, con las aportaciones de Edberg y un cambio en las características de su raqueta, ha vuelto a ofrecer el mejor tenis de su fantástica carrera. Si lo ha podido hacer el suizo con una edad mas avanzada, ¿por qué no lo va a conseguir el español?

En mi opinión la comparación con Federer no es la mejor referencia. El suizo ha recuperado las mejores esencias de su juego: su saque, el juego de volea, ser más agresivo, es decir, sus impresionantes cualidades que se habían ido diluyendo en un juego mas monótono, hasta que llegó Edberg para despertarlas. Roger tiene un físico privilegiado, con un estilo de juego fluido, sin lesiones importantes en una larga trayectoria siempre bien planificada para evitar saturación o desgaste .

El problema de Rafa es diferente. Su trayectoria ha estado marcada por importantes lesiones de las que milagrosamente se ha ido recuperando. Su estilo de juego de fajador, ha requerido a la vez que una mente prodigiosa, un físico impecable. Sus épicas confrontaciones no han dejado huella en su raqueta, pero sí han ido minando sus articulaciones. Una merma que probablemente esté incidiendo en su problemática actual: ya no llega al sitio de golpeo como antaño; su derecha no consigue los efectos y la versatilidad con la que dominaba a sus contrarios; ha bajado tanto en su consistencia como en su mejor arma ofensiva y los contrarios lo notan; se ha vuelto vulnerable, ha perdido confianza y se ha resquebrajado su mejor cualidad, su fortaleza mental.

Hasta ahora siempre que han surgido problemas, y los ha tenido y grandes, Rafa y su equipo sabían en que dirección trabajar para resolverlos. Ahora no parece tan claro el camino a seguir. Durante el US Open Rafa dijo que sabía que a partir de ahora su juego tenía que ser agresivo aunque le costase: no retroceder y tratar de acortar los puntos. Este estilo no es habitual en Rafa y llevarlo a cabo durante todo un partido le cuesta y le crea dudas como en el partido con Fognini.

Con la derrota ante el italiano, Rafa es consciente de que el 2015 es el peor año de su carrera, pero el nivel ofrecido por Nadal en la última década excede todos los calificativos, con unos logros excepcionales, conseguidos ante rivales extraordinarios y todo ello superando importantes lesiones. Rafa Nadal posee una hoja de servicios sensacional. Y si su hambre de triunfos continúa como siempre, si su motivación persigue engrandecer ese currículo, creo que Rafa volverá a estar entre los mejores. Si hay una limitación física que lo impida, él será el primero en reconocer que su carrera se ha acabado. Confiemos en que sea la primera de las opciones la cierta, y el deporte mundial pueda seguir disfrutando de este fenomenal jugador.