El coche arrolló al público tras perder el piloto el control al salir de una curva

M. V. / A. M. / E. S. / R. g. A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

La primera ambulancia tardó unos 20 minutos en llegar, por las dificultades de acceso

06 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La salida de vía de uno de los vehículos que participaba en el Rali de A Coruña provocó la muerte de seis personas. El devastador accidente se produjo en el lugar de San Esteban de Paleo, en el término municipal de Carral, a las 19.30 horas. La zona está muy próxima al municipio de Cerceda y el siniestro se produjo cuando el coche estaba a un kilómetro de la meta y, al derrapar, arrastró a un buen número de asistentes. Además de los fallecidos, en el siniestro resultaron heridas 16 personas, de ellas doce adultos y cuatro niños. De los primeros, 11 fueron trasladados al Chuac, uno al Modelo y los pequeños al Materno Infantil. En este último eran atendidos cuatro pequeños. Entre los adultos, fuentes del complejo hospitalario destacaron que había una persona en estado muy grave mientras que los restantes tenían golpes, contusiones y magulladuras, si bien, en un principio, no se temía por la vida de ninguno de ellos.

El coche que provocó el accidente lo conducía el piloto Sergio Tabeayo, de Carral, y el copiloto Luis Prego, de Cerceda. Según testigos presenciales, el vehículo, un Peugeot 206 XS, salió mal de una curva y no consiguió enderezar el coche. El lugar del accidente no estaba vallado y solo había una persona de Protección Civil.

En una zona restringida

Fuentes cercanas a la organización del rali afirmaron que las víctimas estaban en una zona restringida y que los comisarios de la prueba habían avisado, en varias ocasiones, de que se debía abandonar el lugar que estaban ocupando.

Varios asistentes a la prueba fueron los primeros en atender a los heridos, ya que la primera ambulancia tardó una media hora en llegar debido a las condiciones que fijaba la competición y que le impedía acercarse en la dirección en la que venían los coches participantes en la carrera.

Como consecuencia de accidente, la carretera de Carral, la N-550, se colapsó con retenciones de varios kilómetros, y dificultó la evacuación de los heridos. Este atasco hizo que incluso la jueza que tenía que ordenar el levantamiento de los cadáveres no llegase al lugar hasta cerca de las diez de la noche.