Las jóvenes que dejan su impronta en la Carreira das Areas

j.m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

DEPORTES

Las jóvenes María Silva y María Lestón llevan varios años al frente de la organización de la prueba.
Las jóvenes María Silva y María Lestón llevan varios años al frente de la organización de la prueba. ferreiro< / span>

María Silva y María Lestón se vuelcan en una de las citas más populares de la zona

02 sep 2015 . Actualizado a las 05:15 h.

En Carnota casi todo es espectacular. La localidad cuenta con el hórreo más grande de Galicia y el arenal más largo de la comunidad autónoma. El monte Pindo también es uno de los parajes más impresionantes que existen. Por eso no hay disculpa para acercarse a este municipio en el que la naturaleza está presente por todas partes. Pero además de cultura y ocio, desde hace unos años el deporte también cuenta con importantes marcas.

Una prueba que ya se conoce entre los mejores atletas de la comunidad es la Carreira das Areas, la primera que se disputó en una playa y que en la actualidad es de las más largas de las que transcurren por un arenal. En total siete kilómetros por un firme mojado y con sabor a sal.

Esta competición cumplirá el próximo año sus bodas de plata. Todo un logro al alcance de muy pocos. Pero la prueba fue cambiando con el paso de las ediciones y renovándose. El fin de semana se disputó la 24 edición y tanto participantes como aficionados salieron encantados.

Ni un solo fallo. O eso al menos es lo que afirmaban la mayoría de los competidores: «Todo perfecto». Pero para que se diese esta circunstancia, por detrás había dos personas que no escatimaron esfuerzos. María Silva y María Lestón invirtieron muchas horas en la organización de esta concurrida carrera.

Dedicación sin límites

Las jóvenes ya tienen callo. No es para menos. Son auténticas veteranas pues llevan varias ediciones a sus espaldas. El trabajo es mucho y su dedicación no tiene límites ya que no escatiman horas a su tiempo libre.

María Silva reconoce que las últimas semanas «non damos feito». Aunque no se ve, tener todo a punto no es nada fácil y más aún cuando no disponen de ayuda, excepto el día de la prueba.

Y es que todo pasa por sus manos. Desde trofeos, colocación de vallas, marcar el circuito, hasta preparar las bolsas del avituallamiento. Un duro trabajo que no se aprecia pero muy necesario para que la jornada sea una auténtica fiesta del atletismo para grandes y pequeños.

Uno de los trabajos que más quebraderos de cabeza les da, según afirman, es marcar el circuito en el arenal. Tienen que poner estacas en las mediciones de las diferentes marcas para las diferentes categorías y el mar se las suele llevar: «Temos que revisalas continuamente», dice María Silva.

Palabras de gratitud

A pesar del duro trabajo, dan por bien empleado su tiempo pues cuando finaliza la prueba, lo que más les satisface son las palabras de gratitud de los participantes y también ver cumplido el sueño de que no falló nada.

La bicicleta es su gran aliada pues tienen que revisar todo el recorrido y pedalear les lleva más rápido por un arenal en el que los atletas son los principales protagonistas.

Nada se escapa a la supervisión de las responsables de la carrera. La víspera se pasan quince horas trabajando para tener todo a punto para una jornada deportiva en la que no queda nada sin controlar, incluso que el roscón llegue para todos.

Este año tanto María Silva como María Lestón tenían pensado hacer los diez kilómetros de la prueba, siete por la arena y tres por asfalto. Los diferentes frentes abiertos les impidieron hacerlo con el resto de participantes. Sin embargo, se comprometen a que en la próxima edición tomarán la salida en la de cinco kilómetros: «Fixemos a promesa e seguro que tomaremos a saída». Ganas y fuerza seguro que no le faltan.