La estadounidense conquista su sexto torneo londinense ante la española, que no pudo culminar su gran actuación en la hierba de All England Tennis Club
11 jul 2015 . Actualizado a las 19:47 h.Serena Williams impidió que Garbiñe Muguruza completase su enorme gesta en Wimbledon. La tenista española opuso seria resistencia (6-4, 6-4 en una hora y 22 minutos), evitó una pelota de partido e incluso rompió el saque de la estadounidense cuando se disponía a cerrar el choque con 5-3 en el marcador del segundo set, pero finalmente no pudo cerrar una inolvidable trayectoria estas dos semanas en el All England Tennis Club. Además, la de Caracas se lleva 940.000 libras (1,3 millones de euros).
Serena conquistó su sexto WImbledon y su torneo número 21 de Grand Slam en su carrera (esta temporada ya había ganado el Abierto de Australia y Roland Garros, camino de conseguir el Grand Slam) ante una Garbiñe Muguruza que se adelantó con un break en el primer set y que reaccionó con bravura tras verlo todo perdido en el segundo, pero acabó cediendo el partido con su propio saque en el décimo juego de la segunda manga. Muguruza, hispanovenezolana, número 20 del tenis mundial y una de las jugadoras con un ascenso más prometedor, disputó la que apunta a ser su primera de muchas finales de un grande.
Garbiñe, cuyo mejor resultado hasta ahora en un grande fueron los cuartos de final en Roland Garros (2014 y 2015), ha dado un salto de calidad sobre la hierba londinense, pero ante sí tenía a la tenista que ha dominado el circuito femenino en las últimas dos décadas. En los primeros juegos parecía que se habían cambiado las tornas, con una Muguruza mostrando un aplomo impropio de una debutante en una final y una Serena errática, que solo en el primer juego cometió tres dobles faltas -había hecho 13 hasta ahora en el torneo-.
Los 15.000 espectadores presentes en las gradas de la central de La Catredal vieron como Garbiñe se ponía 3-1 arriba y Serena, que aspiraba a conquistar el título 13 años después de lograr el primero, no encontraba la forma de parar a una rival que le jugaba de tú a tú. Sin embargo, mediado el primer set, la menor de las Williams se asentó en la pista y, aferrada a su derecha (29 derechas ganadoras en el partido) empezó a encontrar su tenis. En el octavo juego llegó el punto de inflexión del choque, después de que Serena le rompiera el servicio a la española y se pusiera por delante por primera vez.
Después de 44 minutos, y con otra ruptura más, la estadounidense acabó llevándose la primera manga por 6-4. Se desconectó Garbiñe al inicio del segundo set, nerviosa y estática, sin moverse apenas por la pista e incapaz de frenar los primeros servicios de Serena, a 180 kilómetros por hora. Los problemas de la española se acrecentaron cuando su rival aprovechó los puntos de break de los que dispuso para ponerse con 5-1 y servicio.
En ese momento fue cuando regresó la mejor versión de Garbiñe, la del comienzo del partido, que, entre los «¡Vamos, Garbi!» y «Come on, Muguruza» del público, le rompió dos veces el servicio a su rival y se llevó el suyo para ponerse con 5-4 y saque. La estadounidense hizo valer su mayor experiencia para, ahora sí, romperle el servicio a Garbiñe en blanco y hacerse, trece años después de su primer título en Londres, con su sexto Wimbledon y mantener vivo el sueño del Grand Slam.