Naturalidad en un éxito que trasciende al golf

Manuel Piñero BAJO PAR

DEPORTES

23 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Jugada redonda para la USGA. Preparó un campo extremo, donde quizá la gente no se divierta jugando, pero consiguió un torneo impactante y entretenido.

Hace años que elogio a Spieth, del que me gusta todo, pero sobre todo su personalidad. Compite en cualquier situación meteorológica, disfruta en cualquier campo, es capaz de cambiar el tipo de trayectoria de bola -ahora más alta, ahora más baja-... Creo que marcará una época junto a McIlroy.

Entre todas sus virtudes, porque todos los mejores le pegan muy bien a la bola, me quedo con su carácter. Mantiene el equilibrio durante toda una vuelta, durante todo un torneo. No exhibe altibajos y muestra la misma actitud del 1 al 18. Concentrado y sonriente a la mínima oportunidad, alejado de la forma más robótica de Woods aunque esté peleando por récords. En Jordan parece como algo natural, y no resulta excesivo ni en las celebraciones. Me recuerda a lo que significa Federer para el tenis. Su irrupción engrandece al deporte en general.

No me extrañaría que ganase un tercer major consecutivo en el Open Británico. En St. Andrews el campo no será un problema para él. Sí podría condicionarle el tiempo, porque si sopla mucho viento, la pelea podría abrirse más. Aunque, si no hubiese un aire excesivo, matizaría que allí tiene una ligerísima ventaja Rory McIlroy porque vuela un poco más la bola que Spieth. Esa sería una ventaja para el norirlandés en algún par 5. Otro detalle que distingue a uno de otro es la mayor solidez del norteamericano, siempre entre los 10 primeros, mientras que el norirlandés falla algunos días el corte, algo más que una anécdota.

Si Spieth ganase en St. Andrews, solo el Campeonato de la PGA, en Whistling Straits, le separaría del Grand Slam completo. Se trata de otro campo que exige mucha paciencia, pero ya ha demostrado carácter para llegar hasta aquí. Tiene las condiciones para rendir allí también.

Un último apunte para Dustin Johnson, que entregó la victoria al final. Lo veo como el tercero en discordia, un gran jugador que mueve bien la bola, con una enorme pegada y un swing peculiar.