Villar: «La FIFA es limpia»

Pablo Gómez Cundíns
Pablo Gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

PATRICK B. KRAEMER | Efe

El presidente de la federación española, profundamente implicado en la gestión del máximo organismo del fútbol mundial durante años, se esconde en plena tormenta

03 jun 2015 . Actualizado a las 20:13 h.

Villar se esconde en plena tormenta. Cada minuto que pasa es más palpable su actitud. Así lo hizo notar el entrenador Miguel Galán, que aspira a ser presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). En un comunicado público, insiste en que «Villar no explica nada, no da ruedas de prensa, todo oscurantismo. Es otro de los actores de este episodio, también vicepresidente de la FIFA y eternizado en el poder de la RFEF».

«En su pulso al gobierno con una huelga sin sentido solo por interés personal en su guerra con Miguel Cardenal se ha quedado solo, ni el fútbol profesional ni el fútbol no profesional le ha apoyado», añade.

La postura de Villar en el congreso de la reelección de Blatter fue llamativa. El dirigente español no pudo votar por ser miembro del Comité Ejecutivo, pero delegó su voto en Jorge Pérez, Secretario General de la RFEF, que apoyó a Blatter. Aunque la UEFA ya había mostrado su oposición a que Blatter renovase su mandato y llamó a la unidad del fútbol europeo contra el dirigente suizo, Villar se desmarcó y respaldó al presidente en funciones de la FIFA, organismo del que el vasco es vicepresidente.

Es más, ya en el año 2010, con motivo de la defensa de la candidatura Ibérica para la organización de la Copa del Mundo del año 2018 (que finalmente se llevó Rusia), pronunció un discurso premonitorio. Dejó frases para la historia, en unos momentos en los que parte de la cúpula de la FIFA estaba ya siendo investigada por supuesta corrupción: «Amo este deporte y quiero a la FIFA, pero a los que más quiero es a mis compañeros del Comité Ejecutivo. Hemos oído críticas estos días, peor para ellos. La FIFA es limpia, hace las cosas con honestidad y trabaja por el fútbol y por el mundo».

Villar se declaraba entonces «afortunado de poder estar entre las personas que deciden sobre muchas cosas en el mundo». «Ya está bien de que todo el mundo nos difame y nos calumnie. El proceso de candidatura es limpio, digan lo que digan», concluía el máximo dirigente del fútbol español.

El discurso retrata a un Villar que ya ha sufrido una notable pérdida de apoyo y peso específico en la UEFA y la FIFA, y que ha percibido el descontento que existe con su persona en el entorno de Platini desde el mismo momento en el que fue reelegido como vicepresidente del organismo que rige el fútbol mundial.

Después de los últimos acontecimientos, Ángel María Villar es un personaje público en entredicho tanto en el ámbito de lo deportivo como en los demás estamentos sociales.