Fórmula 1: Carlos Sainz ya camina solo

Colpisa MADRID

DEPORTES

VALDRIN XHEMAJ | EFE

Brilla en su primera temporada en fórmula 1 y supera todas las expectativas

26 may 2015 . Actualizado a las 13:04 h.

La sonrisa de Carlos Sainz volvió a iluminar el abarrotado y caótico paddock de Mónaco este fin de semana. Lo nunca visto: desde el pit lane al décimo puesto en un circuito donde no se puede adelantar más que en uno o dos puntos, y no sin jugarte el pellejo en el intento. El piloto madrileño de 20 años está saltándose las lecciones de aprendizaje de su primer año en fórmula 1, y en seis carreras ha demostrado que, ahora mismo, es el piloto de la cantera Red Bull más en forma, y eso no está pasando inadvertido para sus jefes.

Los 9 puntos de Sainz en las seis primeras carreras del año son oro puro, habida cuenta además del bajón que está teniendo la escudería madre en el inicio de campaña. Ricciardo y Kvyat van por delante, no obstante, el rendimiento de ambos está por debajo de las expectativas y ya empiezan a surgir los rumores que apuntan a que Helmut Marko está preparando la guillotina de nuevo para uno de sus dos pilotos.

Mejor que Verstappen

En cuanto a su primer rival, su compañero de equipo, Sainz gana 4-1 a Verstappen, a lo que hay que sumar el doble abandono de ambos en Baréin. Más allá de los resultados en frío, aunque Verstappen se está granjeando los elogios por su espectacular estilo y su potencial, cuenta sus seis carreras por polémicas: la última, emular a su padre, que también acabó estrellado en Santa Devota en 1996. Su exceso de optimismo a la hora de adelantar a Grosjean le ha costado un castigo en forma de colleja de cinco posiciones en Canadá.

Carlos Sainz, en cambio, está mostrando una templanza y una frialdad dignas de un piloto más experimentado. Ha cometido y cometerá errores, como el del sábado de saltarse el pesaje de la FIA porque no lo vio bien o el que cometió en China cuando hizo un trompo en la primera curva, pero los compensa con buenas y sobre todo fiables actuaciones en carrera.

Fernando Alonso se mostraba orgulloso de su buen amigo, en un reportaje conjunto que realizaron y repitieron para todas las cadenas españolas en Mónaco. «Si tiene que ser alguien que me gane (de los pilotos españoles), me alegró de que seas tú».

Lo que más está sorprendiendo de Sainz es su madurez. No tiene problemas en admitir los errores, y está absorbiendo todo lo que puede de los que le rodean. En la lucha de tú a tú con Verstappen también acepta algo que ni siquiera los más veteranos tragan de buen gusto: las órdenes de equipo. En Mónaco, por ejemplo, no impidió que su compañero le pasase cuando llevaba un muy buen ritmo con neumáticos más frescos. Acató la orden y se apartó, mientras además intentaba bregar con Kimi Räikkönen.

Constancia e inteligencia

Entre los valores que aporta al equipo es la constancia y la inteligencia que muestra, tanto en pista como fuera de ella. El ambiente excesivamente servil que se ha generado a su alrededor, la presión por tener la alcurnia que tiene y ser el heredero obligado del cetro de Alonso en España, no son más que parches en su mono: le pesan lo mismo. Su ingeniero, Marco Matassa, no hace más que enviar informes positivos a los jefes. No se equivocaron quiénes recomendaron al español para su Toro Rosso.

¿Hasta dónde llegará su potencial? Aún es pronto. Cada Gran Premio es una lección para Carlos Sainz. Este fin de semana aprendió que en fórmula 1 los comisarios pueden ser muy duros, pero también que en Mónaco se puede adelantar. Aunque esa es una enseñanza en la que él fue el profesor.