Cristiano Ronaldo iba a celebrar su hat trick al Espanyol mientras Messi decidía la Liga para el Barcelona

La Voz REDACCIÓN

DEPORTES

BENITO ORDOÑEZ

El portugués tuvo que ser corregido en público por Pepe para no quedar en evidencia tras el partido de Cornellá-El Prat

19 may 2015 . Actualizado a las 09:05 h.

La rivalidad entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo ha sido descrita con ríos de tinta a lo largo de los años en los que ambos han competido por títulos con Barcelona y Real Madrid. Partidarios de uno y de otro se han enzarzado en enconados debates, sustentados tanto en datos estadísticos como en sutilezas futbolísticas. Paece fuera de toda discusión, sin embargo, que la temporada de Messi, recuperando las mejores sensaciones de un jugador para la historia, le ha vuelto a situar en el olimpo del fútbol del que Cristiano le había apartado los dos últimos años. Pocas imágenes como las del pasado domingo para enconar posturas.

Mientras Messi decidía el título de Liga para el Barcelona con un gran gol al Atlético de Madrid, Cristiano se consolaba con un hat trick contra el Espanyol que le asentaba como máximo goleador en España y, posiblemente, ganador de la Bota de Oro europa al mejor realizador continental. El portugués, sin embargo, no podía ocultar su satisfacción por sus tres goles por mucho que ya sirvieran para poco más que para engordar sus estadísticas. Así, las cámaras de televisión captaron a Cristiano Ronaldo corriendo para llevarse el balón del partido (la tradición de todo anotador del hat trick) y con una sonrisa en la boca esperar a que todos se fueran a vestuarios para firmarlo. 

Fue ahí donde su compañero Pepe se acercó a Cristiano para enmendarle. Se intuye que el central avisó al delantero de que el Barcelona era campeón y sus goles habían servido para poco más que ganar al Espanyol. El gesto de Cristiano cambió de inmediato, con una mueca de ligero disgusto. 

Justo un año después de cerrar una temporada en blanco, Messi lidera al Barcelona hacia una cosecha de títulos que le deja en condiciones de repetir el triplete que inició la era Guardiola. El argentino se ha convertido en el líder en el campo del Barcelona, tomando el relevo de los centrocampistas que marcaron el estilo bajo el mandato de Pep, y además ha recuperado su perfil dominador. «El año pasado fue difícil por todo lo que me tocó vivir, las lesiones, volver y no sentirme como quería; fue complicado. Éste fue totalmente diferente, me encontré muy bien desde el inicio», aseguró Messi antes de encarar el tramo decisivo de esta temporada. La Pulga ha anotado por el momento 40 goles en Liga, 10 en Champions y 3 en Copa, un total de 53 dianas. A eso hay que sumarle más de 20 asistencias entre todas las competiciones y una influencia total en el juego que le hace de nuevo candidato a su quinto Balón de Oro.

Mientras, la temporada de Cristiano ha sido titánica en los números, aunque su Real Madrid se vaya a quedar en blanco. Sus tres intrascendentes goles al Espanyol suman 45 tantos en la Liga. El hat trick de Cornellá es el 26 del luso en Liga, más que nadie en toda la historia. Pero Cristiano sufre en su prestigio esta temporada por otra trayectoria de más a menos, lastrado por sus problemas físicos en el tramo decisivo de la temporada, escenificado en su nulo rendimiento ante la Juventus en el Bernabéu. En la picota de la afición por su polémica fiesta de cumpleaños, en ley de silencio autoimpuesta desde entonces, Cristiano festejó ante el Espanyol tres goles pero volvió a perder un nuevo pulso con Messi.