Nadal pierde con una sonrisa la final de Madrid ante Murray

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso Lois LA VOZ / REDACCIÓN

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SERGIO PEREZ / Reuters

Murray desarbola al mallorquín, satisfecho pese a emborronar una buena semana con la derrota en Madrid y caer al séptimo puesto del ránking

10 may 2015 . Actualizado a las 23:17 h.

Un ganador como Rafa Nadal pocas veces enfila la red con una sonrisa de complacencia después de perder un partido. Si encima sufre ante su gente, si además cae sobre la tierra batida, varios matices atípicos explican que agache la cabeza con tal mansedumbre. Sufrió ayer el mallorquín su primera derrota en arcilla ante Andy Murray, en la final de Madrid, por un claro 6-3 y 6-2, pero el dolor de sacar la bandera blanca en un partido corriente lo anestesia su progresión de los cuatro días anteriores, llenos de destellos. Llegó el español al penúltimo Masters 1.000 antes de Roland Garros como un tenista vulnerable y se marcha a Roma con la sensación de haber recobrado parte de sus señas de identidad, aunque el tenis le abandonó el día de pelear por el trofeo.

Nadal jamás llevó la iniciativa, jamás dominó a un Murray dotado para atacar y para defender y que le hizo correr demasiado. Cuando el mallorquín conseguía que su bola picase alto, el escocés se volvía más abordable, pero la bola no obedecía esta vez como casi siempre al gran maestro del juego de fondo en tierra batida, al gigante que en quince días iniciará el asalto a su décimo -sí, décimo- Roland Garros.

Aunque dulce, la derrota tiene un coste para Nadal, pues baja al séptimo lugar del ránking, un puesto que le concede caminos delicados en los cuadros de los próximos torneos. Pero en el balance pesa más la satisfacción de haber recobrado la confianza en su tenis, pese a las lagunas de ayer a la hora de conectar el revés.

«No ha sido el partido que quería, evidentemente. No jugué el partido que esperaba. Lo intenté hasta el final, pero este no será uno de esos días que vayamos a recordar», reconoció Nadal con autocrítica y sin perder la sonrisa. «Aunque no es agradable terminar así una semana como esta, ha sido una semana muy importante, muy positiva para mí. Pude recuperar sensaciones que hacía tiempo que no tenía en una pista de tenis. Me ha ayudado toda la energía que me ha dado el público. Ahora lo intentaré en Roma y París», resumió en su discurso en la pista de Madrid.