Por cierto, hoy, el Alcorcón

Murillo EN ROJIBLANCO

DEPORTES

25 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Y es que nos habíamos olvidado. A la velocidad que se suceden los acontecimientos en este clima de guerra civil que padece el club (tal es el perjuicio que produce la crisis institucional), nos hemos dado cuenta de que hoy el Lugo tiene una cita decisiva por la permanencia en o Anxo Carro, ante su dividida parroquia, a partir de las cuatro de la tarde. Y el visitante es una de sus bestias negras, el Alcorcón, con el que nunca ha puntuado en la Liga Adelante. El conjunto alfarero cuenta por victorias sus enfrentamientos con los lucenses, salvo en la Copa donde había sido eliminado.

Con estos antecedentes y este aterrador panorama institucional, la plantilla lucense, con su técnico a la cabeza (también inmerso de lleno en el proceso salvador de su Racing), tendrán que ponerse las pilas y demostrar que los acontecimientos recientes no les han afectado. Incluidas las dos últimas derrotas a domicilio, y, sobre todo, la última de El Sardinero, con la paupérrima imagen ofrecida. El Lugo, en suma, si quiere alejarse de posibles complicaciones finales como las de la pasada temporada, no puede dejar sus deberes para el final. Y ha de recuperar con urgencia su imagen casera, porque la de fuera es pésima, donde hasta la relajación parece apoderarse del equipo y la reacción postrera llega siempre tarde. Así de complicadas están las cosas. Una crisis que nunca debiera haber existido, sobre todo dado el momento de máximo esplendor del club, se ha creado y liado de tal forma, que puede afectar negativamente a la marcha deportiva del equipo. Y ahí es donde tienen que dar un golpe en la mesa jugadores, técnicos y aficionados, convirtiendo el Anxo Carro en una olla a presión que catapulte hacia la permanencia al equipo.

La duda de Pablo Caballero es el principal problema a priori que presenta la plantilla. Luis Fernández tiene todos los números para sustituirle en caso de descarte del argentino. Una victoria sería casi decisiva para lograr el objetivo que ahora le resta al Lugo. Perder complicaría el futuro deportivo seriamente. En medio, el empate tampoco sería un mal resultado.