Aunque nunca debemos olvidar que esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa, el Barcelona es el claro favorito no solo para la eliminatoria contra el PSG sino ya para el encuentro de esta noche en París. Y es favorito porque es mejor que su rival. Mucho mejor. No sé cuánto mejor, pero mucho mejor.
Si uno se para a analizar las fortalezas de cada equipo, el azulgrana sale claro ganador. Hay muchos apartados en los que se impone a su rival. Domina muchos más registros de juego.
El PSG también tiene argumentos para hacer daño, pero salvo factores incontrolables que puedan surgir en contra del Barcelona, no creo que los puntos fuertes parisinos sean suficiente para derrotar al conjunto español.
Espero que el Barcelona sea el claro dominador. Su rival, agazapado, intentará robar y contragolpear. Además, otra de sus grandes bazas es el balón parado. Todo ello, no exento de creatividad individual. Pero si algo destaca del PSG, para mí, es el bloque, insisto en que no falto de gran mucho talento. Su baza el balón parado y las transiciones ofensivas. Jugarle en el momento de desorden al Barcelona, su momento crítico, cuando pierde el balón. Que no les de tiempo a organizarse. Esos ocho, nueve o diez segundos que tardan en regresar y situarse, aprovecharlos para crear peligro.
Pero insisto en el favoritismo azulgrana que lo marca solo el hecho de mirar el once inicial. Los tres de arriba son tres hombres de partido a título individual. Para que el Barça no gane esta noche tienen que fallar los tres y uno no se imagina a Neymar, Luis Suárez y Messi haciéndolo mal al mismo tiempo.