Trágico adiós al icono del básket Lalo García

Agencias

DEPORTES

R. García | Efe

Aparece el cadáver dek exinternacional en el río, junto al pabellón Pisuerga de Valladolid

01 abr 2015 . Actualizado a las 09:51 h.

El cadáver del exjugador internacional de baloncesto Gonzalo García Téllez, Lalo García, desaparecido desde el 4 de marzo, apareció en la mañana de ayer en el río Pisuerga, a escasos cien metros de la instalación en la que anotó miles de canastas para el Valladolid, el equipo de su vida. Lalo García, el único jugador al que el club de su ciudad natal ha retirado su camiseta, la que se enfundó con el número 5 durante trece temporadas, de 1988 al 2001.

Montse, la madre de quien fue jugador internacional con España en ocho ocasiones, denunció su desaparición el 5 de marzo al no regresar a casa después de salir a dar un paseo sin teléfono móvil, dinero ni documentación, por lo que se inició una investigación para dar con su paradero.

El exjugador no volvió a ser la misma persona desde que Fórum Filatélico, empresa en la que trabajaba como agente comercial y de la que fue accionista, fuera intervenida judicialmente en 2006, acusada de estafa, blanqueo de capitales, insolvencia punible y administración desleal. Allí estaban depositados sus ahorros y los de muchos de sus familiares y amigos.

Su vida había sido el baloncesto, y precisamente ese mismo año regresaba a su club como director deportivo, tras haber sido miembro del consejo en el 2002 y presidente de la Fundación Baloncesto Valladolid, cargo que desempeñó hasta 2008 en que la entidad decidió prescindir de sus servicios.

Había entrado a formar parte del club en 1987, en categoría juvenil y debutó en la temporada 1988-89 de la mano de Pepe Laso, con solo 17 años, para retirarse en el 2001, después de trece temporadas de fidelidad a unos colores, ya que nunca salió de su ciudad.

El 20 de marzo de 2004 -el mismo día en el que cumplía 33 años- el club retiró su camiseta con el dorsal número 5 y la situó en lo más alto del pabellón Pisuerga. Nadie más ha llevado ese dorsal, en homenaje al jugador con más partidos disputados de la entidad morada (389). Además fue internacional con la selección júnior y ocho veces con la absoluto.

Uno de los últimos premios que se le concedieron fue el Huevo de Colón que otorga la Fundación Andrés Coello, por su «afán de superación, su bravura y positividad» que se fueron diluyendo en el espíritu de Lalo García, víctima de una profunda depresión, que no pudo superar. La mala suerte, tanto personal como laboral, se cebó en este grande en todos los aspectos, ya que no solo destacó por su espíritu luchador en la cancha, sino también por su bondad y amabilidad fuera de ella.

Con la etiqueta #ValladolidConLalo muchas personas han mostrado su afecto hacia el exjugador, quien en ocasiones había comentado a algunos amigos que «si las cosas seguían así, iba a cometer una locura», según ha recordado el que fuera su entrenador y amigo, Gustavo Aranzana.

Lalo García deja dos hijos, Álvaro y María, fruto de sus dos matrimonios, y también a una madre y una hermana, a muchos aficionados que le siguieron durante sus trece temporadas en el equipo vallisoletano y a un sinfín de amigos que hoy se muestran consternados ante el triste final del que fuera el mejor jugador de Valladolid.