Gómez Noya, segundo en Auckland

Antón Bruquetas

DEPORTES

El triatleta ferrolano concluye detrás del británico Jonathan Brownlee en una prueba en la que Mario Mola perdió la estela de los mejores

29 mar 2015 . Actualizado a las 23:20 h.

Regresó la distancia olímpica y volvió en el mejor lugar posible para Javier Gómez Noya, en Auckland, donde siempre que se había disputado una prueba de las Series Mundiales, el ferrolano había ganado. Y con el incremento del kilometraje también retornó el patrón que ha dominado el triatlón desde que los hermanos Brownlee irrumpieron en la élite y convirtieron cada centímetro de carrera en un esprint sostenido. 

Comenzó el eslovaco Richard Varga a marcar un ritmo demoledor en los 1.500 metros iniciales en el agua. Soldado a sus pies desde el arranque, Jonathan Brownlee. Y en la estela, muy cerca de la cabeza, Gómez Noya. La frecuencia de brazadas desenfrenada de Varga provocó que la flota se estirase hasta tal punto que en el 750, cuando volvieron a tocar tierra por primera vez, el subcampeón del mundo y actual líder de las Series, el mallorquín Mario Mola, que se había paseado en el estreno de Abu Dabi, ya marchaba con más de 20 segundos de retraso con respecto a los primeros. 

Las diferencias en el segundo tramo de la natación continuaron aumentando. Varga sintió en esa zona expuesta al oleaje, en aguas abiertas, el aliento del sudafricano Henri Schoeman, que el año pasado integró el grupo de entrenamiento del tetracampeón gallego, en el cogote. En 18.14 minutos detuvo el cronómetro Varga y bien colocados Jonathan, a un palmo de terreno, el menor de los Brownlee y Gómez Noya. A partir de ahí, en esa primera transición, se inició la selección del paquete cabecero.   

Una decena de hombres se encargaron de abrir la carrera por un circuito duro, con dos repechos de entidad por el corazón de Auckland. Un recorrido que se amoldaba a la perfección a las características de Gómez Noya. De los favoritos para el triunfo, solo faltaba Mola, que dio sus primeras pedaladas con 40 segundos de retraso con respecto a sus rivales. Por delante, ocho vueltas a un trayecto repleto de aceleraciones en el que se libraría una batalla descarnada con los regazados, con el grupo perseguidor comandado por el propio Mola. 

Las distancias se mantuvieron por encima del medio minuto hasta que los de atrás se desgajaron cuando faltaban diez kilómetros para bajarse a correr. Ni siquiera que al grupo de Gómez Noya y Brownlee se le sumase al comienzo de la segunda vuelta otro pequeño en el que viajaba el talaverano Fernando Alarza había modificado el equilibrio de fuerzas. Fue la acumulación de fatiga, la frustración por ver que no podrían echarle el guante a las plazas de privilegio, lo que acabó por desmembrar la persecución. Tras arrasar en la corta, Mola había regresado de golpe a la realidad de la distancia olímpica. 

En la segunda transición, con los últimos 10.000 metros a pie por delante, Jonathan Brownlee demostró que no iba a guardar ni un gramo de energía. Salió a bloque y abrió un pequeño hueco con el joven francés Le Corre y Gómez Noya. Al principio eran apenas un par de zancadas, pero, poco a poco, la brecha se fue solidificando, haciendo más consistente. Y al paso por el ecuador del segmento definitivo, ya superaba los 20 segundos. 

Gómez Noya intuyó que su cuarto oro en Auckland iba a ser imposible y se centró en desbancar a Le Corre, quien no perdía de vista su espalda. A dos kilómetros de meta lo probó, ejecutó uno de esos hachazos devastadores que solo unos pocos elegidos pueden aguantar. A Le Corre de momento le vino grande. Y el ferrolano aseguró así la segunda plaza. Fernando Alarza finalmente fue cuarto. Mola se quedó lejos de los mejores. 

«Hoy Jonny simplemente estaba mejor que yo. Pero el segundo puesto no es un mal resultado después de haber tenido fiebre algunos días antes de salir de España y ahora durante mi preparación en Australia», comentó Gómez Noya instantes después de la llegada. «Obviamente me habría gustado ganar, pero un segundo no está mal», recalcó. 

La siguiente parada de las Series Mundiales será en Australia el 11 de abril. Gómez Noya regresará ahora a su lugar de concentración en la Gold Coast, cerca de donde se disputará esta tercera prueba.  

Gwen Jorgensen, dominio incontestable

Antes de que se disputase la prueba masculina, las chicas ya habían probado la dureza del recorrido neozelandés. La norteamericana Gwen Jorgensen, actual campeona del mundo, hizo valer los pronósticos y, como había sucedido en Abu Dabi, también se apuntó el triunfo. Estuvo con las mejores en la bici, donde en los últimos kilómetros ayudó a tensar la carrera, y sentenció en el 10.000 final a pie. En este último tramo no tiene rival, da la sensación de que ni siquiera necesita forzar las piernas al máximo para hacer diferencias descomunales con el resto. Va camino de marcar una época. 

Por su parte, la española Miriam Casillas concluyó entre las veinte mejores. Sin duda, un resultado de mérito en un recorrido asfixiante.