La velocidad del extremo y el oficio del ariete tumbaron al Atlético Astorga
28 mar 2015 . Actualizado a las 22:33 h.El Compostela sigue apretando en su particular contrarreloj en el último tramo. Doblegó al Atlético Astorga en uno de los partidos más cómodos de la temporada y, tras la derrota del Racing de Ferrol en León, se sitúa a seis puntos de la promoción de ascenso.
El colectivo de Iñaki Alonso ganó con dos latigazos, al poco de comenzar la contienda y al filo del descanso. Tras el intermedio, controló sin pasar apuros y perdonó ocasiones para haber firmado un marcador más abultado.
En la primera parte, la velocidad de Lemos por la banda derecha y la actividad de Yacine en el área y sus inmediaciones hicieron mucho daño al Atlético Astorga. De haber estado ambos toda la temporada quizás el equipo azul y blanco se moviese hoy un poco más arriba en la tabla.
El extremo parece haber dejado definitivamente atrás los problemas físicos que lo mantuvieron casi inédito en la primera vuelta. Es un dardo, cada vez más afilado.
Un dardo y un boya
El delantero llegado en el mercado de invierno es como el boya de waterpolo, pero sobre el césped. De espaldas a portería protege el balón y descarga el juego con criterio, hacia los lados o hacia atrás, para la llegada de la segunda línea. De cara, se mueve con verticalidad. Y en el área tiene instinto. No es un virtuoso, pero tampoco baja del notable en cualquier faceta que se le ponga por delante. Y entre los centrales suele sacar el sobresaliente.
Yacine y Lemos fabricaron el primer tanto. El nueve abrió hacia la derecha, el siete colgó el balón en el área. El portero visitante se quedó bajo palos, los centrales no estuvieron finos y el franco marroquí cabeceó como quien cose, sin aparente esfuerzo.
En el 43 volvió a colarse Lemos por la derecha, centró raso hacia el punto de penalti y Víctor se anticipó a Yacine, que ya tenía la caña. Pero Catú estaba allí para golpear con su inmenso corazón azul y blanco, convertido en un segundo delantero que supo acompañar la jugada.
Entre medias, el Compos no estuvo cómodo. A partir del cuarto de hora, y tal y como había anticipado su entrenador, Pepe Calvo, el Atlético Astorga se hizo con la posesión de balón. Siempre trató de sacarlo jugado, a veces incluso con riesgo. Mostró su punta de velocidad, pero le costó llegar al área ante un rival bien plantado y organizado.
Dio la sensación de ser un equipo peligroso con el balón en los pies, pese a no tener un buen día, pero vulnerable sin él. Concedió espacios, especialmente por su banda izquierda, y por ahí se llevó el partido el conjunto azul y blanco.
En la primera parte, no obstante, Ramón hubo de emplearse a fondo en dos acciones, en apenas un minuto. En el 25, Peláez trazó una vaselina llena de veneno que el guardameta envió a córner. Y después del saque de esquina, Porfirio López, con una buena maniobra en el área grande, buscó la base del poste y de nuevo apareció el arquero.
Tras el descanso el partido solo tuvo el color local. El Compos supo jugar con el marcador, manejó la contienda con sobriedad y, a cuenta gotas, dilapidó opciones para ampliar la cuenta. Las más claras las tuvieron Manu Rodríguez y Jordan, pero uno chutó al portero y al otro le sobró un segundo, el tiempo justo para que se cruzase el central. En los segundos 45 minutos los astorganos no tiraron entre los tres palos y solo inquietaron con un chut lejano que salió cerca del poste.
Ficha técnica
Compostela 2: Ramón, Catú, Portela, Alcañiz, Josu, Lemos (Jordan, min 83), Marcos Rodríguez, Manu Rodríguez, Teles, Iván Pérez (Fernán, min 89) y Yacine (Mensha, min 76).
Atlético Astorga 0: Javi, Cristian, Víctor, David Uña, Laga, Porfirio Puente, Peláez (Asier, min 80), Taranilla (Marcos, min 74), David Bandera (Roberto Puente, min 74), Ivi Vales y Borjas.
Goles: 1-0, min 3: Yacine. 2-0, min 42: Catú.
Árbitro: Fernández Pérez, del comité catalán. Amarillas a Josu y Yacine, y a Víctor, Borjas y Vales.
Incidencias: Multiusos de San Lázaro. Trigesimoprimera jornada de Liga en Segunda B. Algo más de un millar de espectadores. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del accidente aéreo en Los Alpes.