No hay marcha atrás para David

antón bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Pese a que el entorno de Cal trató de convencerlo de que no se retirase, el piragüista dará esta tarde una rueda de prensa en la que confirmará su adiós

27 mar 2015 . Actualizado a las 12:23 h.

«Si David [Cal] se lo propone, le sobra tiempo para ponerse a tono y competir entre los mejores del mundo. Lo ha hecho antes y estoy convencido de que lo volvería hacer. Sin Suso [Morlán] está un poco perdido, pero también hay vida sin Suso, hay un montón de gente que lo queremos ayudar y que lo apoyaremos de forma incondicional en lo que nos pida», comenta una de las personas que más de cerca ha vivido la carrera del olímpico español más laureado de la historia. Es solo una voz de las que se alzaron dentro del entorno próximo del canoísta de Hío desde que el miércoles se conoció la noticia de que se retiraba y que le han hecho un ruego: «David, no lo dejes de esta forma. Hazlo sobre el agua». Esta corriente y el enorme impacto que ha causado la noticia de su adiós provocaron que Cal reconsiderase la posibilidad de continuar en activo. Su silencio avivó esta opción. La única confirmación oficial de su marcha llegó a través del Comité Olímpico Español (COE). Sin embargo, David va a dar una rueda de prensa esta tarde a las 16:30 en el ayuntamiento de Cangas en la que confirmará que no hay marcha atrás. 

Ayer, después de más de 24 horas totalmente incomunicado, comenzó a ponerse en contacto con algunos de sus allegados. A ellos les aseguró que su relación con Suso Morlán, su entrenador de siempre, el hombre que ha diseñado cada paso de su brillante trayectoria deportiva, no se ha deteriorado. Circunscribe los encontronazos que hayan podido tener a los habituales roces entre un técnico y su discípulo cuando la preparación no transcurre por los cauces que debería -la última prueba de esfuerzo que figura en poder de la federación española revela que se encuentra por encima del peso que sería adecuado para esta fase de la puesta a punto para Río-. Su versión coincide con la que ofreció la madre del deportista, María José Figueroa, a los medios de comunicación el miércoles a las puertas de la casa familiar de Cangas.

«Un momento delicado»

Lo que nadie duda es que Cal está atravesando, tal y como reconoce su entorno, «un momento personal delicado». Al poco de concluir el clasificatorio para el Europeo que se celebró en Verducido a finales del mes pasado, el icono del olimpismo español ratificó que no volvería a Brasil, donde Suso Morlán continuaba la preparación del grupo en el que se integraba el canoísta de Cangas y donde el quíntuple medallista públicamente siempre decía que se había sentido a gusto.

Pero un hombre con tanto apego a su tierra como David Cal y acostumbrado al trato individualizado de Morlán, a romper desafíos formando un binomio, no encajaba en la dinámica que se había establecido en el país en el que se disputarán los próximos Juegos. Entonces empezó a barruntar que lo mejor era echar el freno. Mientras, se entrenaba en solitario en el Naval de Pontevedra, en jornadas repletas de interrogantes. La semana pasada coincidió con el presidente del COE, Alejandro Blanco, a quien transmitió su intención de dejarlo. Este propósito se hizo público y después se precipitaron los acontecimientos.

En las últimas horas, algunas personas en las que David Cal ha confiado durante su ascenso a la gloria trataron de que reconsiderase su adiós para que pudiese despedirse como lo que es: un gran campeón. Pero todo apunta a que no lo han conseguido. 

Malestar por la forma en la que Alejandro Blanco ha gestionado la situación

La verificación de que David Cal había decidido poner el punto y final a una carrera repleta de éxito surgió a través del Comité Olímpico Español. Su presidente, el ourensano Alejandro Blanco, mantiene una relación fluida con el canoísta de Cangas, un estandarte para el organismo que dirige. De hecho, medió para conseguir algunos patrocinios para quien ya se había convertido en una leyenda. El miércoles al mediodía los perfiles de las redes sociales del COE dieron oficialidad a una información que había adelantado la edición digital del Marca de madrugada. Eso hizo sospechar al mánager de David Cal, Antonio Saborido, de que se trataba de una filtración del propio Alejandro Blanco y que «había sido una canallada» para el deportista que no estaba preparado para digerir la situación.

El máximo responsable del COE negó este extremo, pero en el entorno de Cal no creen en sus palabras. Piensan que quiso colgarse la medalla de la retirada, capitalizar antes que nadie el homenaje a la mayor figura del olimpismo español y no consensuó los pasos a seguir. «Se lanzó incluso a dar la fecha de su homenaje sin ni siquiera hablarlo con el propio interesado», recalcan. «Quizás malinterpretó a David cuando le habló de sus problemas, pero no hizo lo que debe hacer un presidente del COE que es ayudar a un deportista que necesitaba cariño y todo el respaldo del mundo para poder seguir», subrayan.