Villar pierde apoyos y peso específico en la UEFA y la FIFA

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

JOE KLAMAR | AFP

La reelección de su cargo como vicepresidente dejó patente el descontento que existe con su persona en el entorno de Platini

25 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las irregularidades que jalonan la gestión de Ángel María Villar al frente del fútbol español le están pasando factura. El descontento en España se ha visto trasladado a la UEFA, con un efecto demoledor sobre la persona del presidente de la Federación Española de Fútbol.

Cuestionado por el deporte español y requerido por el CSD en España, Villar comprobó ayer cómo el balompié europeo también le retiró apoyos. Fue con motivo del Congreso Ordinario de la UEFA, celebrado en Viena y que sirvió para que Platini renovase su mandato al frente del organismo europeo. Villar, por su parte, volverá a ser miembro del Comité Ejecutivo, pero con un descenso notable de peso específico. Si hace cuatro años, 47 de los 53 votos eran para él, ayer solo 42 de los 54 posibles le respaldaron. Doce candidatos para siete puestos y Villar vio cómo caía al cuarto lugar de las preferencias de los hombres que rigen el fútbol europeo, por detrás del portugués Fernando Gomes y a la altura del húngaro Sandor Csanyi (que estrenan cargo), y el Suizo Peter Gillieron. Solo una confianza menos recibió el ucraniano Grigoriy Surkis. Incluso Davor Suker entró en la lista de elegidos, impulsado por su cargo como presidente de la Federación Croata.

Villar renovó además su cargo como vicepresidente de la FIFA en representación de Europa, ante la falta de otros candidatos.

Pero en la otra vicepresidencia que ocupa (la vicepresidencia segunda de la UEFA) su figura no se ha visto reforzada precisamente. Tras la jubilación del vicepresidente primero, el turco Senes Erzik, lo más lógico (lo que sucedía hasta el momento) es que el vicepresidente segundo (Villar) ocupase su puesto casi de forma automática. Sin embargo, no parece que Platini esté muy convencido de ello, ya que ha demorado en demasía el nombramiento de Villar como vicepresidente primero. En caso de no ser el elegido, el presidente de la FEF recibiría un duro y notorio varapalo.