Las cámaras de televisión captaron el cabreo del portugués sobre el césped tras el mal partido del Real Madrid ante el Schalke
12 mar 2015 . Actualizado a las 14:25 h.«¡Qué vergüenza!». En al menos una ocasión se pudo leer en boca de Cristiano Ronaldo la expresión de frustración y cabreo en los minutos finales del Real Madrid-Schalke, cuando el equipo blanco luchaba de manera inesperada por su supervivencia en la Champions League. A Cristiano le daba vergüenza lo que su equipo estaba haciendo sobre el campo, mientras escuchaba los pitos de la afición del Bernabéu, que castigó a los jugadores. Ronaldo no se cortó y se lo expresó sobre el césped del coliseo blanco a un Benzema también agitado. Así lo captaron las cámaras de Canal Plus:
Imágenes de Digital Plus cazan a Cristiano diciendo: "Qué vergüenza" antes de acabar el partido (vía @casadelfutbol) https://t.co/ex0BipeR5z
? Esteban Gómez (@MiRondo) marzo 10, 2015Cristiano Ronaldo comenzó cabreado ante el Schalke, en el estado de ceño fruncido que le viene acompañando desde poco después de ganar su Balón de Oro y de que Irina Shayk le dejara. Su rendimiento goleador ha bajado en lo que va de 2015 tras una exhibición pensada en la entrefa del premio al mejor del año, y su estado físico genera dudas. Sin embargo, eso no le impidió marcar dos goles ante el Schalke que acabaron salvando al Real Madrid de un batacazo europeo que no entraba en ningún plan. Siguió cabreado cuando marcó ambos tantos, los dos de cabeza, celebrando con rabia y sin atisbo de alegría ante lo que pasaba en el césped y en la grada, molesto por los pitos de la afición de los que ni siquiera él escapó durante el choque.
Y acabó más cabreado aún. Después de dejarle bien claro a Benzema que lo acontecido ante el Schalke le parecía una vergüenza, cumplió con las normas protocolarias de la Champions de pasar por la zona mixta pero no se paró a hablar con los periodistas. Molesto desde la publicidad de su ya famosa fiesta de cumpleaños y sus bailoteos al lado de Kevin Roldán, Cristiano Ronaldo anunció que no volvería a hablar en lo que queda de temporada. No hay manera, por lo tanto, de saber qué es lo que le daba vergüenza sobre el campo.
Cristiano Ronaldo se convirtió el martes en el máximo goleador histórico en competiciones de clubes de la UEFA tras conseguir el doblete ante el Schalke 04. El portugués suma 8 tantos en la presente edición de la Champions, 75 en toda su trayectoria en el torneo, los mismos que el argentino del Barcelona Leo Messi. Pero no era el día para presumir de cifras y récords como otras veces. Tampoco estaba especialmente feliz cuando Iker Casillas le obligó a saludar a la afición desde el centro del campo tras finalizar el partido contra el Schalke, y en plena explosión de pitos que ni siquiera el atronador himno por megafonía conseguía acallar. Era el día de la vergüenza.